Una velada muy dulce [Privado: Ludwig]

Se encontraba sentado a la mesa del bar,puntualmente por supuesto,no podía darse el tamaño lujo de llegar tarde para ver a su...Su novia. Al nombrarle de esa manera,aunque fuera mentalmente,provoco que se sonrojara un poco,pero lo disimulo bien.

Miro de reojo el lugar,el bar se encontraba lleno y sería algo difícil que la joven le encontrase entre tanta gente. Se mordió levemente el labio inferior.
Llevaba puesto su traje de hombre lobo,para no desentonar con las fiestas que se celebraban.No llevaba máscara,solo las orejas de lobo correspondientes al disfraz.

Se acomodo mejor en el asiento y espero,nervioso.

Dio un respingo al sentir unas suaves palmas colocarse con toda confianza sobre su rostro.Les reconoció enseguida y una sonrisa leve se dibujo en su rostro. Llevo la diestra a dicho lugar,acariciando un poco.

-Emma.-respondió,seguro.-Solo tú tienes las...las manos tan suaves.-susurro,adulador. Se incorporo,pese a que no tenía ganas de separarse de sus manos y le dio un abrazo,cariñoso.

Correspondió al abrazo con ternura, con solo verle, su corazón ya saltaba de alegría. Se fijó en las orejas de Ludwig, que adornaban su cabello y las garras de sus manos, sonrío de forma felina y soltó un pequeño ronroneo, así hacía mas realista su disfraz.

- Te queda muy bien Ludi - suelta otro ronroneo en su oído - muy sexy - le siguió abrazando de la misma manera y depósito un beso en su cuello, que estaba al descubierto.

Obviamente escucho el ronroneo de su pareja,y sería mentira decir que su gesto no le agrado. Adoraba esa espontaneidad tan propia de la belga.Le escucho y un carmin ligero tiño sus mejillas.

-Danke.-respondió al halago,sintiendo el beso en el cuello y estremeciéndose un tanto.-T-Tu también te ves...he-hermosa.-sonrió,mientras le invitaba a sentarse.-¿Que deseas tomar?-pregunto mientras llamaba a la mesera.

Se sentó en la silla que Ludwig le ofreció, adoraba aquel lado suyo tan galante y caballeroso; le hacía recordar a los viejos tiempos. Se quedó pensativa durante unos minutos, ese día no le apetecía cerveza, pues el tiempo ya estaba lo suficientemente frío, y ella, no es que llevara un abrigo polar encima, precisamente.

- Un chocolate caliente - entrelazó sus dedos con los de Lud y le sonrío de forma de cariñosa, estaba encantada con él, desde que eran pareja, ella era muco mas feliz que antes.

En cuanto ella se sentara,él hizo lo propio y tomo asiento delante de ella,con la mesa separándoles, a pesar de todo no soltó su mano. Le gustaba su tacto tan cálido en aquella noche tan fría.

En cuanto escuchó su petición,asintió con la cabeza.Le hizo una señal al mesero con la mano libre para que se acercará a tomar la orden.

-Dos chocolates.-ordenó,él ya había tomado algunas cervezas antes de que la belga llegara,mas que nada por la costumbre. Notó que el hombre miraba de forma 'inapropiada' a su pareja y frunció el ceño,gruñendole para que alejara. Emma era suya y de nadie más. El mesero entendió,tomo la orden y se marcho asustado. El alemán sonrió,satisfecho.

Frotó la mejilla contra la suave palma de la belga,en un gesto de cariño que no pensó poseer. Se aparto al escucharla,un tanto sonrojado,pero no comento nada al respecto de aquella situación. Miró con curiosidad como se movían las orejas de su amada,y sintió el impulso de tocarlas,acariciarlas,pero no lo hizo,mucho menos en ese sitio.

Le escucho
-Porque...Ya había tomado antes,ja.-respondió. Mas aparte,quería compartir algo mas con la belga,aunque fuera solo una bebida aparte de su adorada cerveza.Le miró.-¿Como te encuentras?-preguntó,con interés. No recordaba haberle preguntado como estaba,desde que llego.

A él le pasaba algo similar con tener cerca a la belga. Si bien seguía comportándose con seriedad,mas que nada por la mera costumbre,su semblante tenía un brillo especial,de serenidad y calma...Pero sobre todo,de ilusión.

-Ja,lo sé. Pero...no he podido ir a comprar y no he querido pedirte. Se que estás ocupada.-repuso, rascándose la nuca. No había querido pedirle chocolate a la belga, bien sabía que la Unión Europea consumía tiempo. ¡Si lo sabría él!

-Tu también me haz...-no termino la oración, habían llegado con sus chocolates. Al menos ahora quien los traía era una mesera.

- Tampoco estoy tan ocupada, ya sabes que Albert*, no quiere que trabaje demasiado, para que no recaiga - le sonríe y acaricia su mejilla, mientras se perdía en aquel pozo azul, sonreía como una colegiala enamorada, pues él, la hacía sentir así; como si tuviera un par de siglos menos. Observó como una jovencita dejaba sus tazas con el chocolate en la mesa y se retiraba despues de desearles buena estancia.

Emma cogió su taza, soplo un poco y dio pequeños sorbos al chocolate, intentado no sacar su gusto crítico, pues, estaba claro que aquello, era como el cola-cao, se hacía rápido y ya, no tenía tiempo a preparar algo, como lo que hacía ella.

Off: Albert II, rey de Bélgica

Asintió y se dejo hacer por ella con todo gusto. El contacto de aquellas manos tan finas le encantaba, pero tuvo que separarse de ella al momento de tomar la taza de chocolate y beber. No importaba,luego podría recuperar el tiempo perdido.

Degustó el sabor del chocolate. Era,pues...Pasable,y nada más. Insípido. Le faltaba aquel toque que su pareja sabía dar tan bien al chocolate, que siempre se le hizo mucho mas sabroso que el que preparaba el suizo.

Tal pensamiento provoco que una risita se le escapase de la boca.

Se dejo por completo ante los besos y caricias de su amada. Adoraba cada gesto de la belga y su espontaneidad, entrecerró los parpados para disfrutar mejor de aquellas caricias. Él también se sentía extraño cuando estaba con ella,como si fuera más joven...De pronto,recordó algo sumamente importante.

Se aparto del contacto y busco algo en sus bolsillos.
-Tengo algo...para ti.-comento mientras depositaba un objeto sobre la mesa de la taberna. Era una cruz de hierro,la misma que cargaba consigo siempre.Tenía un gran significado y estaba seguro que ella lo sabía...Ahora quería darselo. No se le ocurría algo mejor para demostrar que de verdad le importaba.

- D-danke - dijo con voz temblorosa

Noto como se ponía al momento de abrir la caja y darse cuenta de su contenido.Por un momento,pensó que ella se había puesto así porque no le agrado el obsequio,o peor aún, le traía malos recuerdos ,algo así...Cada pensamiento era peor que el otro.

Dio un suspiro de alivio al momento de escuchar el 'Gracias'. Sonrió un poco,no pudo evitarlo.

-No tienes que agradecer.-repuso,sonriendo un poco. Le amaba y no iba a dudar jamás en demostrarselo.

Off: *Síntomas de Embarazo, el lunes es el cumple de Bel ^^

Correspondió con todo gusto a aquel abrazo.Le sujeto del mismo modo contra su cuerpo,por dentro suspiro aliviado. Al menos le había gustado el regalo y eso era lo que en verdad le importaba.

Le estrecho contra sus brazos con todo cuidado,como era normal en él...Y fue ahi cuando notó algo raro en ella. Le observo.

-¿Te sientes bien?-pregunto,sin quitarle la vista de encima. Notaba cierta palidez en el de por si,blanco rostro de su pareja.

Dejó que el otro la envolviera entre sus brazos, Emma suspiró al notar el calor que transmitían, a pesar de estar en un sitio cubierto y con calefacción, la belga temblaba. Apoyo la cabeza contra el brazo de su pareja y cerró los ojos. No entendía porque de repente, se sentía así, cuando había salido de casa, estaba perfectamente.

- Sólo hay sido un mareo, no te preocupes Lud - sonrío un poco, para que Alemania no se pusiera nervioso, sólo necesitaba un poco de relax, demasiadas emociones, en una sola noche

Enarco una ceja y le miró con preocupación. Sabía que algo no andaba bien,pero no podía decir con exactitud que era. Le dejo hacer,a la par que acariciaba su espalda y su cintura,con lentitud.

-Si tu lo dices.-repuso no muy seguro,pero no quería insistir ya que no deseaba molestarla. Le dio un beso en la mejilla.

-¿Quieres ir mejor a otro lugar?-pregunta,quizás el ambiente ahí no era el adecuado,aunque tanto él como ella acostumbraban ir a todo tipo de lugares.

Meditó la propuesta de su pareja, no sabría si al levantarse, el mareo se acentuaría, pero también necesitaba tomar el aire, el ambiente estaba cargado, demasiado para su gusto. Miró a Ludwig y le sonrío.

- Salgamos a dar una vuelta - apretó su mano - tranquilo, últimamente sabes, que suelo enfermar por los problemas del país - repuso - después llamare a mi rey y le preguntaré - terminó de tomar el poco chocolate que le quedaba y acarició la cruz de su cuello.

Asintió a lo dicho por su pareja. Él también quería salir a tomar el fresco,estirar las piernas y caminar un poco. Notó la forma en que ella acariciaba la cruz que le había regalado. Sonrió para sus adentros,no pudo evitarlo. Al menos estaba seguro que ella estaba al tanto de toda la historia y el significado detrás de ese obsequio.

No terminó el chocolate. Sacó la billetera y depositó el pago de ambas copas sobre la mesa,más algo de propina para la mesera. Sin más,se levanto y tomó a su amada de la mano para salir del lugar.

Apretaba la mano de su pareja y le sonreía para agradecerle lo que hacía por ello. Cuando salieron, el aire frío de la noche los golpeo, Emma tembló y se acercó más a él, buscando calor entre sus brazos. Tenía la piel erizada y el rostros pálido, suspiró y apoyó la cabeza en el brazo de Ludwig. Cerró los ojos, pues volvía a estar mareada y veía doble.

- Lud, tengo frío - susurró y le abrazó más, sus orejitas estaban alicaídas y su colita había dejado de moverse - creo que, he debido enfermar