Una extraña lista de la compra(?)[Privado/Raivis]

Se aparto uno de los mechones de la cara mientras miraba la lista de lo que necesitaba comprar. Lo primero y lo más importante, tabaco. Se habia quedado ya sin sus reservas y necesitaba más, ahora estaba más estresado que nunca y eso le llevaba al segundo elemento de la lista, partituras nuevas. El ruso le obligaba a tocar día si y dia tambien el piano. Debío de haberse quedado quietecito sin hacer nada y no estaria en este lio. Iba a comprar algunas sencillas ya que él habia aprendido de oido las canciones que Nice tocaba en sus buenos tiempos, cuando era una chica feliz y no la amargada que era ahora.

Una vez que entro en el centro comercial vio la tienda de música. Bueno, el tabaco podia esperar un poco más, solo esperaba que despues quedara de la marca que a él le gustaba fumar, si era muy especialito. Entro en la tienda y se dirigio al apartado donde vendian los libros de partituras. Cogio uno al azar y casi se desmaya. ¡No entendia nada! Bueno, algo le sonaba de las partituras de guitarra de Vilna pero no era capaz de descifrar nada. ¡No debia rendirse! Cogio un requinem, sabiendo el gusto que tenia el ruso por la musica depresiva. No entenderia nada, pero estaban su hermana e internet, con eso bastaria.

Había ido siguiendo al lituano a prudente distancia para no molestarle, ya que sabía que, de vez en cuando, Thoris prefería la soledad y no quería incomodarle con su presencia, después de todo tenía la idea que tenerle tan cerca a veces resultaba fastidioso -Momento de baja autoestima.-. Como fuera.

Le vio entrar a la tienda de música y fue tras él, ocultándose detrás de unos estantes repletos de pequeñas flautas que llamaron poderosamente su atención. Las admiró, lo que daría por tocar algo, luego...Adoraba la música y le recordaba buenos tiempos, y no entendía porque Rusia prefería los requiems, ese tipo de cosas que solo se escuchaban en los funerales. Estaba tan ensimismado que no noto que pasaba a traer unas guitarras y las tiraba al suelo. Gritó asustado y sobre todo, apenado.

Spoiler:

-¡¡¡¡¡Letonia!!!!-Gritó casi por incercia, ganandose las malas miradas de la gente. Se sonrojo hasta las orejas. ¿Como se atrevia a nombrar a su hermano como país? Ademas no estaba alli. ¿No estaba, no? Se giro lentamente y alli estaba, con sus temblores caracteristicos. Su sonrojo fue a más. Seguramente le habia humillado. Dejó el libro en las estanteria y ayudo a recoger los instrumentos caidos, por suerte se no habían roto. Cogío la mano al letón y lo sacó de la tienda.

-Raivis, ¿qué estas haciendo aqui?-se le notaba alterado. Por varias causas a decir verdad. Entre ellas que ahora le daría vergüenza entrar en la tienda y que si no traia musica nueva Iván le golpearía, pero ahora lo primero era disculparse con el menor. Aunque no era capaz de pensar ahora en eso. Solo pensaba en la vergüenza.

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-Lo siento, lo siento, yo-yo no q-quería,l-lo siento,d-de verdad...-atinaba a decir tan solo mientras temblaba tal cual su costumbre, ni cuenta se dio cuanto Thoris le sacó de la tienda, rojo de vergüenza. Reaccionó, tan solo atinaba a disculparse mientras bajaba un poco la cabeza, esperando un golpe. Se había olvidado que no estaba con el ruso como para recibir uno. Alzó la vista, mirando al castaño.

-Lo siento.-no titubeó por primera vez, pero si le miró con pena, casi al borde de las lágrimas.- S-Sabía que no debí seguirte, p-perdóname.- quería abrazarle para disculparse, pero sabía que eso no era lo adecuado.

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La vergüenza fue disminuyendo hasta pasar a ser una gran sensacion de fracaso. El no era asi. No podía asustar asi a su hermano. Se sentía un ser horrible. Cuando bajo la cabeza le acaricio suavemente los cabellos y sonrio levemente. No estaba enfadado por que le siguiera-él aparte necesitaba relacionarse más-. Se puso a su altura y le abrazó. El otro y el mismo necesitaba un abrazo.

-No pasa nada. Solo me sorprendi de verte aqui-Era la verdad pura y dura. Aunque debía admitir que eso de que le siguiera le daba algo de miedo, pero bueno, el leton no tramaba nada malo, ¿verdad?-Bueno, ahora que estas aqui conmigo, ¿por qué no me acompañas a comprar?-Se incorporo sonriente y casi incoscientemente se llevo la mano a la pitillera. Primero irian a por el tabaco, haber si duraba más que el ultimo paquete que compro.

Alzó la vista mirando al lituano aún con cierto pesar por el hecho de haberle ocasionado aquella molesta situación. Se sorprendió un poco por el abrazo, y, no muy seguro, le correspondió sujetándole hasta cierto punto, de forma desesperada. Dejo de sollozar.

-...¿Puedo?-preguntó al escucharle, mientras se limpiaba las lágrimas que quedaban con el dorso de la mano, aunque la respuesta era más que obvia. Le sujetó también, sonriendo un poco más animado.

-S-Si, vamos.-respondió mirando a su 'hermano mayor'. -Bu...¿Buscamos otra tienda de música?-preguntó, inseguro.

Negó rápidamente. Nada de música por ahora.-Vamos a por tabaco-Se sonrojó suavemente. Su hermano no sabía que se había dado a aquella droga legal. No doy más explicaciones. Se levantó y se dirigió a la tabaquería más cercana. Se detuvo un poco en la puerta, algo nervioso. Era normal, solo quería dar rienda suelta a su nuevo vicio. Tenía dinero, no le sobraba pero tenia.

-Ahora vuelvo-comento mientras entraba algo sonriente. La transacción fue rápida. Por si acaso se compro bastante paquetes de los grandes, para no volver muy de seguido por allí. Cuando salio agarraba la bolsa de plástico con fuerza.-L-Listo...-sonrió suavemente.

-Le tendió la lista con todo lo que el ruso le mando comprar.-¿Que te apetece comprar ahora?-le sonrió nervioso, esperaba terminar pronto para salir de aquel sitio y poder fumar tranquilo. Los nervios iban a destrozarle primero el estomago, luego los pulmones y por ultimo su bolsillo.

La verdad sea dicha, se sorprendió un tanto de escuchar la respuesta del lituano. No tenía ni la más remota idea de que el otro fumase. Bueno, no es que fuera algo malo, desde luego, él por su parte bebía alcohol y era un menor de edad... Aunque eso de la edad era bastante relativo con eso de ser naciones. Asintió con la cabeza, tan solo, ahorrándose preguntas incomodas y todo eso. Sentía que ya había fastidiado al mayor lo suficiente.

-A-Adelante, te espero.-dijo en cuanto estuvieron delante del local. Esperó afuera, haciendo figuras imaginarias con la punta del pie sobre el suelo; pero no por mucho tiempo, ya que le vio salir.

Al escuchar la pregunta, no supo bien que responder. -A decir verdad, yo...Quisiera ir a la librería.- explicó, de forma algo tímida. La vez anterior que salió con el lituano, había visto un libro de poesía nuevo y quería adquirirlo, había ahorrado por mucho tiempo, renunciando a más libros y a botellas de vodka.