Strolling~ [Privado]

Se suponía que hoy él debería estar en camino a el parque donde se juntaría con Erla para quién sabe qué, pero se retrasó épicamente.
Se suponía que iba a ser una especie de siesta de 5 minutos, pero se alargó a una siesta de media hora de la que se levantó de golpe pues ya era tarde.
Corrió a arreglarse un poco, a beber un vaso de jugo y corrió hacia el punto de encuentro, muerto de la risa.

-Perdón por la tardanza!!! - Dijo aún corriendo hacia Erla - O-ocurrió algo en el camino y me retrasé, perdón! - Agregó ya a su lado, riendo.

Estaba aburrida. Era la unica razon por la que habia llamado al danes. Podia haber llamado a cualquier otro, pero no, lo habia elegido a él. Todavia recordaba cuando era pequeña y la hacia reir y tal vez por eso, solo por eso, lo habia llamado.

Se vistio con lo primero que vio en el armario. Un vestido blanco, su abrigo, identico al de su hermano y sus botas blancas. Por un dia y por mucho que la digustase dejo a Puffin en casa, ya que sabia que el danes le irritaba bastante.

Llego al lugar de encuentro 5 minutos antes, solo por darse el gusto de haber llegado antes que él, pero esos 5 minutos se convirtieron en media hora. Iba a marcharse de vuelta a su casa cuando oyo su risa escandalosa.

-Eres ruidoso-No iba a decir lo obvido de "Ya he visto que llegas tarde"-¿Qué paso?-La curiosidad era un gran defecto en ella y aunque le importaba muy poco, mas bien nada, queria saber el motivo por el que se habia retrasado

L-lo que pasó fue... Uhm... J-jeg... NO ME QUEDÉ DORMIDO! Te lo aseguro! - La curiosidad de Erla siempre le dio muchos problemas, y siempre se sintió obligado a decirle la verdad, aunque trataba de no hacerlo... Claro, que no podía.

- E-es que estaba haciendo algo en el horno, pero se quemó. Se prendió la comida, el horno y me tardé mucho en apagarlo.- Fallando épicamente con su mentira, tomó de la mano a la islandesa de la mano y empezó a caminar. - H-hej, ha-hay que pasear, porque a eso vinimos, nej?.- Nervioso por la poca credibilidad de su mentira y por la posibilidad de que descubriera que se había dormido, siguió caminando de la mano con la menor, dispuesto a evadir el tema a toda costa.

Escucho su escusa y cuando termino le lanzo una mirada de "no me creo nada de lo que dices"-Al negarlo, has admitido que te has dormido-Con esa frase dio por terminada la cuestion de que se habia retrasado.

Camino a su lado sin darse cuenta que la habia cogido de la mano. En verdad le daba igual, aunque parecian una pareja de enamorados. No sabia de que hablar asi que se quedo en silencio, pensando en algun tema apropiado para hablar con él.

Al no encontrar nada, se quedo pensando en lo mucho que le gustaria tomar algo de regaliz, le daba igual de que tipo fuera, aunque si eran rojos, mejor

Él había pensado en un panorama perfecto antes de quedarse dormido, pero se le olvidó luego de esa siesta de cinco minutos. Tratando de recordar lo que había planeado, puso unas muecas extrañísimas.

- Hay que... uhm.... - Dijo examinando con la mirada aquel parque - Quizá.... Qué quieres hacer tú? - Preguntó. sonriéndole, para salir de ese lío, no conocía el parque y no se veía muy interesante... Por lo menos no en ese sector.

Se quedo en silencio, bueno, alargo mas su silencio. No se le ocurria que podian hacer, pensaba que el danes seria quien la guirara aunque fue de ella la idea de ir al parque.
-Quiero regaliz-Bajo la mirada al suelo. A veces podia ser demasiado predecible y odiaba eso, pero no lo podia evitar.-Tu pagas-Basicamente porque ella no habia traido dinero, solo pensaba pasear nada mas

Pero no que tu andas siempre con regaliz? ok, vamos a comprar regaliz entonces! - La arrastró hacia donde había tiendas, pero se detuvo de súbito y revisó sus bolsillos pues no recordaba el haber llevado algo de dinero - Debería estar por aquí.... - Dijo mientras revolvía en sus bolsillos. Lo único que pudo encontrar fue una billetera ajena - uh? -Revisó dicha billetera y vio que era de Berwald y que contenía mucho dinero. Rió y siguió avanzando con Era de la mano - Estamos de suerte, Erla! Podremos comprar todo el regaliz que quieras!

Le vio con curiosidad cuando empezo a resbuscar sus bolsillos, aunque luego le miro extrañada. ¿Que hacia el con la cartera de Berwald? Seguramente se la habia robado, ¿entonces estaria bien gastarse el dinero? Bueno, la culpa no seria suya, si no del danes por quitarsela.

No espero más y en cuanto vio una tienda fue ella quien arrastro al danes hacia alla. Lo regalices eran un vicio para ella, pero su economia estaba tan mal que se los habia prohibido. Por suerte la tienda estaba vacía y nadie la preguntaria ni la miraria mal por ser tan mayor, aunque en verdad parecia una adolescente y no llamaba tanto la atencion.

Despues de llenar la bolsa con un monton de regalices rojos y algunos negros se dirigio a la caja-Paga-miro al danes intentando parecer lo mas neutral posible, pero en su cara se reflejaba la alegria de que el otro la halla invitado

Al ver la mirada de Erla se enterneció, se veía adorable con esa cara de fingida seriedad. Sacó el dinero ajeno y pagó. Al ver a la menor tan feliz con su preciado regaliz no pudo evitar sentir nostalgia, se veía igual que cuando era niña! Se quedó un buen rato mirándola sin darse cuenta de que el tiempo pasaba y que, aunque el local en un principio estaba vacío, se estaba haciendo ya una fila por él quedarse como hipnotizado.

Sentia como se sonrrojaba levemente de verguenza. ¿acaso no podian dejar de mirarla? Todo era culpa de Søren, ¡que le miraran a él! Estuvo esperando a que se moviera pero al no ver señales de vida por poarte del mayor le cogio del cuello de la camisa y le arrastro a fuera de la tienda-¡¡Estupido, ¿sabes la vergüenza que me has hecho pasar?!!-le grito una vez que se quedaron solos. Definitivamente habia perdido la paciencia con él.