The sunset (Privado, Alfred)

Estaba caminando normalmente "Feliz de la vida" por decirlo así. Al menos eso pensaría alguien que lo viera en ese de paso, con esa sonrisa plástica que siempre tenía. Con esa apariencia de que nada le importa, de que nada le afecta, siempre ha sido así, no tendría porque cambiar ahora. Estaba acostumbrado a sonreír aunque se sintiera mal, después de todo sonreír es técnicamente "Contraer los músculos" según el.

Pero ¿Cómo se sentía el auto proclamado héroe debajo de esa máscara del falsedad interminable? Estaba destrozado, quería irse a su cuarto tirarse en la cama y dormir, solamente dormir porque no iba a llorar, o al menos eso pensaba él, no iba a derramar ni una sola lágrima por eso. Se convencía a si mismo de estar feliz, feliz por una razón de la que ni siquiera tenía conocimiento, pero feliz.

De un momento a otro esa sensación de ligereza se había esfumado ¿A donde se fue? Si hace 20 segundos estaba tan bien, tan contento con el mundo, y ahora parecía que este se estaba apoyando en sus hombros, obligándolo a seguir con su camino sin protestar.

Todo estaba tan silencioso, pareciera que se hubieran puesto de acuerdo para irse, para que inevitablemente escuchara sus pensamientos,a su propia mente recriminándole su estupidez ...¿Qué fue eso que alcanzó a escuchar en medio del silencio del parque? Tal parece que era un sollozo, un llanto que intentaba ser callado a la fuerza. Igual no prestó más atención al asunto.

Paró en seco, ya no lo soportaba más, la presión sobre su pecho y el nudo en la garganta lo estaban asfixiando. Inhaló profundo llenando sus pulmones del oxígeno que le hacía tanta falta, en una vano intento de calmarse, puesto que en el instante en que exhaló, se le escapó un sollozo imposible de contener. Desde ese momento no importaba si alguien lo veía llorar, aunque de todas formas nadie iba a hacerlo, estaba oscuro. Y mucho menos escucharlo, estaba solo.

Se apoyó en un árbol para no caerse al suelo, sus piernas estaban a punto de ceder. Tan fuerte se encontraba sosteniéndose de la corteza, que no se percató de que estaba haciéndole daño a la pobre planta. Proyectaba una imagen tan patética, toda la apariencia ganadora de un principio ahora estaba botada en el piso, y lo mejor de todo es que ni le interesaba, porque ni estaba totalmente consciente como para darse cuenta de como se lucía.

En medio del llanto partió en histérica risa, contrastando esta totalmente con las lagrimas que caían por sus mejillas.— Te ves paté~tico Alfred. Vete ya — Expresó con enojo y burla a su hacía su propia persona. Ahora estaba rabioso consigo por ser tan estúpido.

Se reincorporó al soltarse del árbol que le mantenía en pie, quedando con trozos de tronco en sus manos debido a la fuerza que ejercía para apoyarse. Se secó las lagrimas, que si bien eran de tristeza, también eran de la risa que lo invadía. Sacudió y acomodó un poco su ropa ya más calmado, y se dispuso a caminar, saliendo del parque ya no para irse a su casa, se iría a donde fuera. Tal vez podría irse a un casino y apostar un rato, el dinero siempre lo distraía y ahora no tendría que ser la excepción.