Vagando por el parque (Libre)

por **Romina Hernández.** Miér Feb 09, 2011 2:19 am

Mi hermano se había ido desde hacía algunas horas a quién sabe donde, y yo me aburría mucho estando sola en casa. Al ser fin de semana no estaban pasando ninguna de las novelas de la tarde, y no tenía nada que ver en la tele. Así de aburrida como estaba y teniendo ese gran día soleado ahí afuera, opté por salir al parque a entretenerme un rato.

Eh ahí la razón por la cual estoy ahora en el parque, sentada bajo la sombra de un árbol, leyendo uno de mis libros favoritos y siendo agradablemente refrescada por la brisa que movía las hojas y mi cabello.

Los pasos de alguien acercándose a mí me hicieron retirar mi vista de la tan atrapante lectura, para encontrarme primero con unos zapatos masculinos, y a medida que fui elevando la mirada, con el rostro de la persona que ahora se encontraba de pie, frente a mí.

por Invitado Jue Feb 10, 2011 1:10 am

Mi hermanita, la grossa de Romi, estaba allí, bastante concentrada leyendo algo. Ya había ido a acosar a Manu y traía un ojo en tinta por haberlo besado cuando el chileno estaba distraído. Así que había decidido dejar que la ira de mi amado chilito se fuera, antes de volver a visitarlo de nuevo.
Por lo que ahora me encontraba frente a los verdes ojos de mi hermanita. -Hola, Romi. ¿Me extrañaste?- le pregunté, mientras sonreía y me disponía a estrecharla fuerte entre sus brazos, después de todo, yo, como hermano mayor, siempre la había protegido de esa forma.

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Espero no cambiar ningún plan, Rukia-san~ -llora- Pero Martu quería volver -?- ok, no

por **Romina Hernández.** Jue Feb 10, 2011 1:29 am

-¡Martín!- Exclamé contenta mientras le devolvía el abrazo a mi hermano. -Momento...- Deshice un poco el abrazo para verlo mejor. -¡¿Qué te pasó en la cara?!- Exclamé alarmada al ver uno de sus ojos.

por Invitado Jue Feb 10, 2011 1:47 am

Reí ante la expresión de asombro de Romina. -¡Ah, hermanita, sólo es el costo del amor!- Le respondí tranquilamente, recordando el suave tacto de los labios de mi flaco Manu. -Nada que un poco de hielo no deshinche. Aún después de todo sigo siendo hermoso ¿No?

por **Romina Hernández.** Jue Feb 10, 2011 2:29 am

-Pfff- Espeté con burla. -Sos hermoso porque te pareces a mí, flaco- Sonreí de forma altanera. Volví a centrar mi atención en su ojo morado y llevé una de mis manos hacia la zona afectada. La retiré tan pronto oí su quejido y lo tomé de la mano con intención de llevármelo a casa. -Vamos, hay que ponerle hielo antes de que empeore.

Pero no contaba con chocar con esa persona, cuando me dispuse a irme. Terminé cayéndome de sentón al suelo.

por Invitado Jue Feb 10, 2011 8:14 am

No es qué me importe, donde está el fleto-Martín. Corrección, a mi no me importa donde mierda está el fleto, cabezón, ególatra y pervertido de argentina. Tampoco es que me arrepienta de haberle pegado… ¡No! ¡Claro que no, él se lo merecía! "¿Cómo que así se ejercitan los labios en Argentina? ¡Somos hombres, weón! ¡No me vengai con tonteras!" No me importa. Pero, si llegase a pasarle algo, por esas casualidades de la vida… Quiero su Playstation 3.- Sumergido en estos pensamientos Manuel golpea las piedrillas bajo sus pies a modo de juego. Lo había seguido hasta el parque, excusándose a si mismo tras un juguete. Martín debía de necesitar aire puro, luego de tanto encierro, quizás caminar bajo el crepúsculo lo apasiona, o son los pajaros y sus conciertos a media tarde lo atrayente del lugar. Todo eso lo entiende… ¿Pero y la tipa esa, quien es?

¿Es qué tiene qué abrazarla? ¿Es qué ella debe tocarlo…? ¿Es todo eso necesario? Con los puños crespos, y la mandíbula comprimida, debido a la fuerza de los dientes. Manuel se acerco directamente, como una esposa… ¡Perdón! Esposo celoso, totalmente dispuesto a noquear a la competencia. No golpearla, no, claro que no, pero…¿ y asustarla? Él es amenazante, ¿verdad? No porque Martín le diga tierno, debe ser así. ¡Digo... pff, cualquiera se sonrojaría! ¡Incluso los machos...!

¿Verdad...?

¡Arg! ¡Tanto rubio lo volvería loco!

Se acerco como una bestia al acecho. La chica cayó al piso, y el sonrío:-Me llamó Manuel, ¿tú quien eri...?
~~~~~~~o~~~~~~~

por **Romina Hernández.** Jue Feb 10, 2011 9:04 am

Rápidamente miré el rostro de la persona con la que choqué... o más bien, me hizo caer. Tan pronto lo oí mencionar su nombre, lo fulminé con la mirada. ¡Ese era el desgraciado que le había pegado a mi hermano! Sentí como me hervía la sangre. Lo primero que hice cuando me puse de pie fue darle una fuerte bofetada, haciéndolo tambalearse incluso.

-¡¡Asique vos sos el pelotudo que le pegó a Martín!!- Estallé furiosa. Me habría lanzado contra él de no ser porque mi hermano me sujetó antes de que pudiera hacer algo más.

por Invitado Jue Feb 10, 2011 11:52 pm

Si no fuera porque mi hermanita se había lanzado contra mi flaco, habría observado divertido la escena de celos que Manu parecía querer protagonizar. Sin embargo, me dediqué a sostener a Romi contra mi, para que el tsundere de Chile pudiese alejarse. -Romi, tranquila, no seas salvaje. Vos, mi flaco, no seas celoso.- dije sonriendo con mis hermosos labios. -Déjame explicarte, hermanita. Él es Manu, mi esposa. Por ende ¡Es tu cuñado!- Luego de esta presentación, esperé el feliz abrazo familiar que debía llegar...porque llegaría ¿cierto?

por **Romina Hernández.** Vie Feb 11, 2011 3:52 am

Oh, hermanito querido... ¡Decime algo que no sepa! Yo seguía luchando por zafarme de su agarre y darle una paliza al chileno, pero no podía, Martín me ganaba en fuerza, y yo no podía hacer nada contra eso. Al final, las cosas terminaban siendo como cuando éramos más jóvenes... yo buscando pelea y él reteniéndome para que no me lastimaran.

-¿Y qué importa? Él te pegó, ¡Y yo se lo voy a devolver más fuerte!- Protesté aún sin poder librarme del agarre de mi hermano.

por Invitado Vie Feb 11, 2011 6:48 am

Al crecer, Romina Hernández, resultó observadora, orgullosa, altanera y por sobre todo, con la mano femenina más pesada de toda Latinoamérica. Con los ojos entornados y una mano sobre la mejilla hinchada, Manuel, observaba con cierta intriga el pequeño y pintoresco rostro de la argentina. Se decía a si mismo haberlo visto con anterioridad. Pero, ¿dónde?

Esas amenazas, esas groserías, esa manera de mirar… ¡Claro! Los tres habían estado viviendo con Antonio, cuando eran pequeños. Y esa pequeña niña marimacha, que siempre le jalaba la oreja a Martín, debía ser Romina. Si más lo recuerda, siempre terminaba todo de la misma forma, Martín sosteniéndola,ella gritando y el mirándolos sin interés. Lo único distinto… es que en ese entonces Argentina pensaba que Chile era una niña, y no un pequeño macho de cabello largo.

-Vaya, hermanita, simpática que teni, fleto- Se cruzó de brazos Manuel, mientras veía como la chica hacia mayores esfuerzos de abalanzársele, sin éxito.-Como sea, te tengo un trato, Romina.

por **Romina Hernández.** Vie Feb 11, 2011 7:20 am

El simple hecho de oír la voz del chileno me estresaba, desde niños ya me parecía molesto, y ahora aquello pareció haberse incrementado hasta llegar a unos niveles extremos. Desistí apenas un poco de mi intento por librarme de los brazos de mi hermano cuando llegó a mis oídos la palabra "trato".

Lo miré desconfiada. ¿Qué pretendía? ¿A caso esperaba que me tomara la molestia de escuchar sus insignificantes palabras? Estaba a punto de lanzarme contra él con todas mis fuerzas, pero Martín, al parecer, sabiendo de ante mano lo que se venía, apretó más su agarre. No pude hacer otra cosa más que suspirar ante sus acciones que me pedían de forma silenciosa que me calmara.

Muy a mi pesar, y claramente molesta, decidí concederle el honor al chico ese de recibir mi atención. Lo miré con los ojos entrecerrados, en una amenaza silenciosa.

-Dependiendo de lo que sea, puede que solo te patee el traste, o que directamente te muela a golpes- Le advertí.

A pesar de que ya había dejado de lado mi intento por escaparme, mi hermano pareció haber decidido que aún era demasiado pronto para soltarme.

por Invitado Vie Feb 11, 2011 8:28 am

Durante algunos segundos los locos estuvieron a su albedrío. Manuel sonrío profusamente, y Romina se puso roja de furia debido al gesto. Durante un rato ambos se estuvieron contemplando en silencio, buscando flaqueza en la mirada del otro, vieron a sus pupilas como enemigos, como cuñados con el pelo manchado de estrellas. Antes de que las cosas se agravaran más Martín carraspeó. Se había hecho de noche. Pero eso… realmente no cambiaba nada.

-Te propongo una competencia, rucia teñida.-escupió Manuel.- Tu ganai, y yo dejó en paz a tu hermano, por el resto de la semana. Gano yo, y tú te disculpai conmigo. Puedes agregar o restar algo al trato, si lo deseas. Que Martonto elija el tipo de competencia y sea el juez. –está vez los ojos marrones del chileno, buscaron los de la joven.- ¿Aceptai o preferí qué Martín sea tu escolta por el resto de la noche?

Romina se limitó a mirar fijamente la mano de Manuel, que estaba tímidamente estirada hacia a ella…

La libertad es como un número primo. Y a veces el aceptar la mano de otra persona, puede desencadenar muchos problemas.

por **Romina Hernández.** Vie Feb 11, 2011 3:57 pm

No pude hacer más que sentir cómo seguía incrementando mi ira hasta llegar a niveles peligrosos, con cada palabra que el chileno decía, pero de algún modo... porque Martín me sujetaba para que no moliera a golpes al tarado ese, quizá, fue que logré resistir todo su tedioso discurso sin propinarle un solo golpe... ¿Una competencia, decía? Bufé de inmediato. Yo no estaba dispuesta a perder el tiempo con un semerendo boludo como ese, pero... ya que podía agregarle lo que quisiera al trato~...

Sonreí de medio lado.

-La verdad, no me interesa estar haciendo el tonto con un espécimen como vos, pero ya que insistís~- Y una vez aceptado el duelo, añadí mi condición antes de "estrechar" su mano. -Pero si yo gano, vas a dejar de joder a Martín no solo por una semana, que sea por el mes completo- Finalicé con una pequeña sonrisa altanera y hasta algo maliciosa dibujada en mis labios... esto sería interesante.

por Invitado Sáb Feb 12, 2011 1:16 am

De alguna forma todo se estaba escapando de mis manos. El agarre que mantenía en Romina ya se había aflojado totalmente, y observaba atónito el trato que acababan de cerrar ambos, sin mi grosso consentimiento. -¡Pe-pero Manu!- exclamé, sin gustarme ni un poco la idea. -Si pierdes estarás lejos del mejor ¿Cómo podrás sobrevivir sin mí? ¡Morirás de soledad!

Ok, mi comentario no pareció agradarle mucho ya que crispó los puños y frunció el entrecejo. ¡Si se veía tan tierno, mi nene! Logré sonreír un poco ante esta reacción. Romina seguía bastante malhumorada y con ese semblante de desafío que llegaba a asustarme un poco.
Carraspeé -Entiendo, mi hermosa persona será entonces quien haga el juego y lo juzgue.- Claro, toda mi ayuda se centraría en mi flaco, así podría verme...aunque la mirada de mi hermana aún me asustaba...era como si supiera qué pasaba por mi cabeza.

-Pues bien, haremos un circuito de competencias...para la primera competición (ya que todo esto se trata de mí) quiero que cocinen algo. Como juez, probaré el platillo y decidiré el ganador del primer reto. ¡Todo vale para conquistar mi corazón!

Con el último comentario, ambos competidores me fulminaron con la mirada.

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