Pasando una mañana en la playa(Libre)

Gracias a unas de mis habituales escapadas de casa del señor Ivan, habìa encontrado una cala algo escondida, que nadie sabía de sus existencia, asi que hoy me habia puesto el bikini y me habia dirigido hacia alli. Habia puesto la toalla en la arena y me debatia interiormente en si quitarme el vestido o no. Se que por aqui no había nadie pero todavia me daba vergüenza que alguien me viera. De todas formas me quite el vestido, dejando ver las heridas y tatuajes con los que me habia marcado. Me sente en la toalla y empece a contemplar el mar, recordando la bella ciudad de Kalinigrado que no por nada era llamada"El Honk Kong del Báltico"

Debía admitir que se sentía bastante extraño al sentir arena caliente bajo sus pies en vez de la espesa y helada nieve, pero allí estaba. Tomando unas merecidas vacaciones en la playa, en aquél lugar opuesto a su hogar, donde el calor ya se hacía notar desde tan temprano.

Observó con una pequeña sonrisa el mar, las olas, el cielo azul, claro, completamente despejado, y el sol radiante brillando allí en lo alto. Un paisaje soñado para él. A medida que siguió caminando, fue desabrochándose la camisa de botones con colores chillones que había comprado para la playa, dejando así su bastante pálido torso al descubierto.

No fue hasta que se topó con algo "extra" en el paisaje que salió de su estado de estupefacción momentánea. Se acercó un poco para poder ver de qué se trataba... y cuál fue su sorpresa al encontrarse con Tresa en aquellas prendas tan reveladoras.

Casi al instante, se le dibujó una sonrisa macabra en el rostro, que de inmediato disfrazó con la "amable" y "amigable" que siempre solía mostrar ante los demás, para así acercarse más.

-Vaya vaya, pero qué sorpresa, Teresa... no creí encontrarme a alguien por estos lares y a esta hora, da~ -Comentó con aquél mismo tono que Ivan empleaba para acompañar su falsa sonrisa.

Estaba tan tranquila tomando el sol cuando note una presencia, mi primer impulso fue de volverme a vestir para ocultar los tatuajes pero cambie de opinion al oir hablar al extraño.
-Nunca te aprenderas el nombre de la awesome yo, ¿verdad, señor Sergey? Para ti siempre sere una prisionera mas de tus campos de concentracion-Por eso no me puse de nuevo el vestido,¿para que iba a ocultar algo delante del su creador? Aunque me hubiese tapado, me habria obligado a quitarme el vestido.
Le mire, llevaba una camiseta de estas que se vendian en los puestos de la playa para los visitantes, sonrei al verle con un traje distinto a los que solia llevar en mi memoria, un uniforme lleno de sangre, con un latigo en la mano.Me incorpore para poder mirarle a los ojos.
-¿Siempre ha sido tan bajito, señor Sergey?-Tal vez seria por que yo nunca le había visto cara a cara, si no tirada en el suelo, y alli, las medidas engañan

-¿Are?~- Abrió con aparente inocencia sus ojos, llevándose una mano al rostro para rascarse ligeramente una mejilla. Estaba seguro de que su nombre era Teresa... En fin, ¿Qué importaba?

Arqueó divertido una ceja ante su siguiente comentario, ya que le resultaba curioso que dijera aquello cuando él aún le ganaba en altura por una cabeza. Volvió a ocultar sus ojos tras los párpados y a sonreír de aquella manera un tanto perturbadora, ya que uno al final no podía saber con exactitud si se trataba de una sonrisa amable o una completamente cruel y aterradora.

-Debo admitir que eres un poco más alta de lo que me imaginaba... Teresa- La volvió a llamar por ese nombre, sin importarle realmente si le molestaba o no.

Me mordi el labio,odiaba que confundieran el nombre de la awesome yo pero no podia decir nada, quien sabe las replesalias que podia tomar conmigo por eso.
-Soy Tre-sa, señor Sergey. Y si la awesome yo es alta, solo que como usted miraba al suelo, lo veia todo más pequeño de lo que era.-sonrei. Hace años me hubiera mordido la lengua por este comentario, pero ahora no estaba indefensa.Tenia a mano la bolsa donde escondia algun puñal.Si las cosas se ponian feas, podia recurrir a él. No por nada "El Demonio de Siberia" tenia varios ases en la manga.
-¿Que hace usted por aqui, señor Sergey? No es para nada su estilo. Le veo más en la nieve, torturando a alguien.-sonrei-Aunque eso esta prohibido,¿no? Ahora estara muy aburrido, señor Sergey

-Ohh~ Tresa~- Se llevó una mano a la parte trasera de su cabeza, aún con aquella sonrisa amigablemente falsa en su rostro. -Da~ Cierto, cierto... Todo suele verse más pequeño cuando uno lo mira desde arriba~- Comentó contento como si nada, recordando las veces que la había torturado. De inmediato le llegó la imagen de ella tirada en un charco de sangre en el suelo... Y él, son su gran sonrisa sádica y látigo en mano.... Cómo extrañaba esos tiempos...

-Pues... Ivan me dio vacaciones, asique decidí cambiar un poco de ambiente, da~- Se limitó a explicar. -Y de hecho, las cosas han estado un poco aburridas ahora que no tengo tantos prisioneros... Pero siempre están los bálticos para jugar con ellos~- Continuó divertido, ahora guardando sus manos en los bolsillos del traje de baño. -Igual, siempre puedo divertirme con alguien más... da~- Abrió sus ojos levemente por unos instantes, permitiéndose mostrar la retorcida diversión y el sadismo en sus fríos ojos, aderezado claro con su sonrisa, que por ese instante también se tornó completamente macabra.

Casi de inmediato, volvió a ocultar sus ojos tras sus párpados y su sonrisa volvió a ser "cálida".

-¿Qué haces tú por aquí? ¿Escapando del trabajo?~- Inquirió divertido, haciendo de cuenta que lo anterior nunca sucedió.

No soportaba a ese hombre, pero aun menos cuando menciono las torturas.Me puse seria y me situe a su altura, mirandole a los ojos.
-Si me entero que haces daño a mi hermano Thoris no dudare en matarte, haciendote pagar todo lo que me debes-Me relaje y sonrei.-Si, la awesome yo se ha escapado de casa del señor Ivan. Habia demasiado trabajo y me apetecia relajarme un poco.-Mire melancolica el mar.-Hace mucho que la awesome yo no va a casa. De veras lo echo de menos. Vaya parece que soy una llorica-Me limpie las lagrimas que habian surgido en mis ojos. Pensaba que me habia olvidado de llorar en Siberia, habia pasado por demasiado para llorar por minucias. Por mis ojos pasaron todas las imagenes que habia vivido en Siberia. Maltratos, gritos, golpes, sangre, sangre y mas sangre.
Me dirigi a la bolsa, me puse el vestido, recogi la toalla y cogi la bolsa.
-Si usted me ha descubierto, la awesome yo deberia volver a casa del señor Ivan. Aunque no se que seria peor, si usted, señor Sergey o el señor Ivan

-Da~ interesantes palabras, Tresa, pero si haces el más mínimo movimiento contra mí, toda la furia de Ivan recaerá sobre ti...- Advirtió aún con su sonrisa amable y sin abrir los ojos. Solo aquello último pareció sonar con más sadismo.

Ni se inmutó ante sus lágrimas. Su corazón de hielo no reparaba en esos detalles.

-Pues mientras que Ivan no se entere que te has escapado, no creo que te castigue... mucho... kol kol- Comentó de la misma manera fresca como si estuviese hablando del clima.

Me quede viendo el paisaje y tome una decision.
-Sabe lo que le digo, que la awesome yo se queda aqui en la playa. El señor Ivan puede estar sin mi un dia.-Deje la bolsa en la arena y sonrei mirando al mar. Este paisaje y sobre todo esta playa merecian todas los golpes que Ivan podria darme e si incluso me quedaba ciega, me alegraria saber que es por haber estado en un sitio como este.
Me volvi a quitar el vestido y lo meti en la bolsa. Luego mire a Sergey.-¿Le apetece tomar un baño, señor Sergey?-Sin esperar respuesta le quite la camisa, dejandole en bañador. Luego le coji de la mano y sonrriendo le arrastre hasta el agua.-La awesome yo no se equivoca si asegura que nunca se ha bañado en el mar,¿verdad, señor Sergey?

Sin inmutarse ante las acciones de la chica, se dejó arrastrar por ella hacia el agua, ligeramente divertido ante sus extrañas acciones.

-Da~ Puede que tengas razón- Afirmó con el mismo tono de voz. -Los únicos baños que recuerdo te has dado en Siberia han sido las veces que te desnudaba y te lanzaba hacia los estanques congelados~- Hizo memoria y comentó igual de tranquilo. -Ciertamente, el agua del mar es más cálida- Agregó una vez se adentraron allí, con el agua a la altura de sus hombros.

Sonrei cuando comento lo de los baños en Siberia.
-Tienen razon, aunque la awesome yo debe darle las gracias por esos baños, señor Sergey. Asi consegui mandar a la tumba a tres hombres y hacer la persona mas temida de la carcel-Me perdi en mis recuerdos, donde con solo mirar a una persona, hacia que esta tamblara de miedo.-El tiempo en el que el nombre de Tresa era simbolo de terror y miedo-comente por lo bajo. Notaba una aura oscura, proveniente de mis pensamientos e intente alejarla inmediatamente, por suerte para mi, esa epoca, junto con las palizas, habian desaparecido.
-¿Ve como la awesome yo tenia razon, señor Sergey?-sonrei-A veces uno debe abrirse a nuevas esperiencias y a dejarse guiar por alguien

-¿Are?~ ¿De verdad?- Inquirió divertido ante uno de sus comentarios. Qué él recordara, jamás había oído hablar de ninguna tal "Temible Tresa" o algo similar, lo único que recordaba ser temible en las prisiones era él mismo. Oh sí... su mirada sádica que era capaz de matar del miedo a cualquiera de sus prisioneros.

Sin deshacer su sonrisa falsa, arqueó levemente una ceja ante el último comentario de la otra.

-Así parece, Da~- Contestó de la misma forma, sin darle realmente mucha importancia. Decidió mejor disfrutar de la vista que le proporcionaba el lugar, ya que rara vez podía observar un paisaje que no fuera todo frío y blanco.

-¿Que se cree, que siempre fui una niña sumisa?-Le mire con odio. Durante toda mi vida me habian dicho que solo servia para servir a la gente, como una buena chica. ¿Donde quedaban esos tiempos en los que mi hermano me tenia miedo?¿Y donde cuando mi primo temblaba al verme por casa?-El demonio de Siberia ha hecho cosas que a lo mejor le sosprenderian de mi, señor Sergey-Notaba como un aura oscura iba invadiendo mi cuerpo. Era un sensacion que hacia mucho que no sentia y que en el fondo, la echaba de menos. Ahora no tenia miedo de hacer nada y solo tenia un objetivo, acabar con la persona que habia dudado de mi. No tenia nada mas a mano que la cruz de hierro asi que me la quite y me acerque a Sergey, aprovechando que estaba de espaldas. Consegi pasar el cordon del collar por su cuello y empezar a ahogarle. Ahora las tornas habian cambiado, y la presa se encargaba del cazador

[Off: Lo siento lo siento lo siento, no sabia que habias conestado-hace un millon de reverencias-]

No estaba escuchando realmente lo que la menor le decía, se encontraba muy ocupado sumido en sus pensamientos, cuando repentinamente sintió cómo pasaban la fina cuerda de un collar por su cuello y comenzaban a ahorcarlo con esta.

Sonrió como solo él podía hacerlo y sacó una daga del bolsillo de su traje de baño, cortando la delgada cuerda del colgante y haciendo que la cruz de hierro del collar se deslizara hasta caer al mar y perderse en el fondo.

-¿Are~? Me hubieras dicho que tenías ganas de jugar, Da~- Murmuró con el mismo tono, tan "amable" y calmado que asustaba.

Sin previo aviso, se giró y clavó su daga en la blanca piel contraria, enterrando la hoja peligrosamente cerca del corazón, para luego jalar del mango y retirarla, haciendo que escapara una gran cantidad de sangre que acabó tiñendo de rojo la zona del mar donde se encontraban.

Observó satisfecho la nueva coloración del agua.

-Qué hermosa es el agua cuando se funde con la sangre... ¿No te recuerda a los viejos tiempos?~

Me lleve la mano al pecho. Increiblemente no me dolia para nada. No sabia si era por el aura oscura que todavia me rodeaba o era que ya no sentia nada debido a las heridas que tenia.
-Si, en verdad el agua es preciosa. Pero deberia ser mas roja-Le arrebate la daga y consegui clavarsela en el estomago. En cuanto saque la daga de su cuerpo lo que habia pasado me golpeo como un martillo. El agua del mar hacia que la herida me escociese a mas no poder. Recorde que la cruz se habia caido al agua. Sin pensar mucho en las consecuencias de mi accion me sumergi y empece a buscarla. La sangre todavia seguia saliendo de la herida y yo cada vez estaba mas debil.
Casi cuando iba a desistir encontre la cruz en el fondo. Estaba casi sin oxigeno y no me quedaban fuerzas. Mi vista se iba enturbiando cada vez mas. Debia salir a la superficie rapidamente, pero sabia lo que me esperaba arriba y sinceramente, preferia quedarme donde estaba. Estire el brazo para coger la cruz, mis dedos casi podian rozarla, cuando me vi envuelta en la mas profunda oscuridad

-Kolkol- Murmuró algo divertido, con su falsa y aterradora sonrisa inmutable ante los pequeños rasguños que le había hecho ella.

Porque sí, esos no eran más que simples arañazos de gatito para él. La vio entretenido cuando se sumergió en el mar, probablemente para buscar su cruz. Mientras tanto, recuperó su daga y la guardó en el bolsillo, al tiempo que sus dedos manchados de sangre que brotaba de su herida, fueron a parar a sus labios para saborear el delicioso líquido carmesí.

Notó entonces una gran cantidad de sangre que ascendía de debajo del agua, sabiendo perfectamente que provenía de la muchacha. No tardó mucho en detectar flotando su cuerpo, que ascendía a la superficie.

-¿Are?~- Sin perder su tranquilidad y diversión, tomó una ramita que encontró flotando en el agua y comenzó a picarla con esta, para ver si reaccionaba.

No tardó mucho en aburrirse al no notar reacción alguna de su parte, por lo que arrojó la ramita y suspiró. Sería una muerte patética, incluso para ella, dejarla pudrirse en ese sitio y de aquella forma. Con la misma sonrisa falsa, la tomó de los cabellos y comenzó a arrastrarla hacia la orilla, hasta llegar a la arena y arrojarla sin mucho cuidado sobre la manta en la que ella se había acostado antes.

Tras romper unos trozos de su camisa, se hizo una venda improvisada para detener la sangre que salía de su abdomen, y tras limpiar sus lentes, tomó asiento al lado de ella, mirando el mar como si nada hubiese sucedido.

En cuanto me incorpore empeze a vomitar todo el agua que habia tragada. Aun no tenia claro como habia salido del agua, pero habia conseguido lo que queria, habia conseguido alcanzar la cruz de Hierro que sostenia en mi mano derecha. Cuando tome todo el aire que necesitaba guarde la cruz en la bolsa y me puse a buscar algo para tapar la herida, por suerte o por desgracia siempre llevaba alguna venda para momentos de emergencia cuando no tenia los mitones puestos. Me vende como pude la herida, aun costandome respirar. Tal vez tendria algo roto, cosa que no dudaba. Una vez que estuve mas o menos recuperada me puse a pensar como habia llegado hasta la orilla, mas concretamente a la toalla. Me gire al notar que Sergey estaba a mi lado. ¿Acaso el me habia salvado? No habia nadie mas cerca y ademas¿El no queria verme muerta, para que queria salvarme? Le mire fijamente, pensando que tal vez el solo fuera fachada y que en realidad podria tener sentimientos. Sin pensar muy bien el porque me tire a su cuello, medio llorando
-Gracias, gracias, gracias-Le di un beso en la mejilla. Puede que hubiera pasado 200 años sufriendo sus torturas, pero me habia salvado la vida y eso olvidaba un poco todo eso, solo hasta que le pudiera devolverle el favor