Cuando llueve sangre (Privado)

por **Kellen Beilschmidt** Mar Oct 18, 2011 1:02 am

Saltó con cierto desespero en sus acciones de rama en rama por entre los árboles, aprovechando su agilidad felina y sus garras para aferrarse a las ramas.

Sus facciones no expresaran más que cierto cansancio en vez de el susto que sentía, y tras unos tres o cuatro saltos más, descendió cuando decidió que había huído suficiente lejos ya.

Se ocultó detrás de un árbol para dejarse caer y sentarse en el suelo. Estaba exhausto y adolorido, los cortes que le hizo Roth le ardían, eran profundos. Estaba casi empapado en sangre, y ya se sentía debilitado por ello.

Ahora sólo esperaba que su hermano se calmara para cuando lo encontrara, o de lo contrario, terminaría muerto.

por **Roth Beilschmidt** Jue Oct 20, 2011 2:28 am

Lamió la sangre que manchaba su afilado cuchillo, mientras que caminaba a paso lento por el enorme bosque. Las criaturas que habitaban allí huían despavoridas tan pronto sentían la presencia del otro, aunque él alemán realmente no estaba interesado en ellos. Sólo quería despedazar a una persona.

A su querido hermano.

Aquel lado sádico que tanto se había esforzado en guardar había salido a flote, y ya no tenía forma alguna para volver a "sellarlo". Quería ver a su hermano bañado en sangre, quería verle con aquella mueca de dolor en su rostro tan parecido al suyo. Kellen realmente se veía adorable de aquella manera.

Pero no sólo lo hacía por eso. Quería proteger a su hermano de los Demonios, de los Vampiros, de los Hombres Lobo, e incluso de los otros asesinos que por allí rondaban. Y si la única manera de hacerlo era tener que matarlo él, pues no tenía otra opción.

- Kelly~, ¿dónde estás, bruder~? - canturreó, arañando el tronco de un árbol con la punta de su daga. No es como si no supiera dónde se encontraba su hermano, pero simplemente quería jugar un poco.

Una sonrisa macabra surcó por sus labios.

por **Kellen Beilschmidt** Jue Oct 20, 2011 4:22 am

Maldijo internamente el momento que escuchó la voz de su gemelo. Al parecer, esta vez se había decidido a matarlo.

Se movió con sigilo por entre las hojas de los arbustos, raíces y el suelo para alejarse lo más posible de él, trepando luego a un árbol.

Era uno alto, muy alto, un pino, quizá uno de los más altos del bosque. Sólo alguien con habilidades gatunas como él podría treparlo hasta llegar a la cima, sabía que Roth no tendría oportunidad de llegar allí... o por lo menos esperaba que no la tuviera.

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