Hot? [Privado/R+18]

Técnicamente, lanzó al danés contra la pared tan pronto cruzaron la puerta de entrada.

Atacó sus labios con desespero, importándole poco la vergüenza o la pena. Deseaba al danés, y había estado aguantándose desde lo ocurrido en la tienda de ropa. ¡Y el muy maldito la había estado provocando en la tienda de los trajes de bodas! No podía resistir más, la verdad, se había vuelto muy dependiente de sus caricias, de sus besos...

Sus manos acariciaron su pecho por encima de su camisa, para luego arañarle y tratar de quitársela a tirones. Cada tanto se separaba de sus labios para poder tomar algo de aire, pero cuando lo hacía, se entretenía besando o lamiendo su mentón, queriendo provocarlo también.

Se sonrojó levemente al escucharlo. Frunció el ceño e hizo un puchero, no le gustaba cuando el otro tenía razón acerca de esos temas.

- C-cállate - farfulló, dejándose quitar la blusa.

Le quitó la camisa de un tirón, importándole poco los botones que salieron volando a algún punto de la habitación. Volvió a besarle con deseo, mordiendo de paso sus labios y tirando suavemente de estos. Pegó sus pechos contra el torso de él, queriendo sentirlo cerca. Sus manos no perdieron tiempo, y con suaves caricias comenzaron a descender hasta llegar a su pantalón... para luego ponerse a pelear con el cinturón de este.

Se estremeció al sentir como su sostén terminaba en el suelo, dejándola casi desnuda sino fuera por sus pantaletas.

Y ella seguía peleando con el cinturón...

Gruñó y lo dejó en paz por el momento, para luego abrazar al otro del cuello y seguir besandolo con deseo. Subió una de sus piernas por uno de sus costados, queriendo pegarse lo más que pudiera a él. El calor de su cuerpo y sus caricias le hacían temblar de placer. Jadeó un poco, desesperándose más y comenzando a restregarse contra él, aprovechando la cercanía de sus sexos, a pesar de que seguían usando su ropa.

Se estremeció por completo ante las acciones del otro, e incluso se permitió soltar un par de gemidos en el oído del danés, queriendo excitarlo más de lo que seguramente ya estaba. Una de sus manos se encargó de arañar su pecho, mientras que la otra se aferraba a sus pelirrojos cabellos, como exigiéndole más de aquellas caricias.

Dejó de besarle los labios cuando el aire le hizo realmente falta, sin embargo eso no impidió que repartiera besos por todo su rostro y su cuello. Bueno, ella realmente no era muy buena expresándose también con las palabras, pero con los besos y las caricias le decía cuanto le amaba y necesitaba estar con él.

Se aferró con fuerza a su cadera, usando sus piernas para no caerse. Le resultaba sorprendente que aún tuviera fuerzas, puesto que las caricias y los besos del otro le hacían perder el hilo de sus pensamientos. Jadeó nuevamente, para luego comenzar a restregarse contra su miembro con algo de impaciencia.

- B-Bent... a-ah~... - gimió, tirando con más fuerza de sus cabellos y pegando sus pechos por completo al pecho de él.

Lo necesitaba, ya, pero conociendo al otro se encargaría de torturarla un rato hasta finalmente unir sus cuerpos. Podía amarlo con locura, pero era en situaciones como esas que lo odiaba y le daban ganas de golpearlo con fuerza.

- ¡¡A-Aaahhh~!! - chilló con fuerza, enterrando sus uñas en los hombros de él. Aquel placer la quemaba por dentro, de una manera algo literal. Quería tenerlo dentro de una maldita vez.

En venganza, aumentó el ritmo de sus caderas contra la pelvis de él, queriendo provocarlo para que se dejara de juegos. Sus manos recorrieron su espalda, y una de estas logró colarse hasta el interior de su bóxer. Con una sonrisa burlona, comenzó a acariciar su ya duro miembro, a pesar de que aún seguía moviéndose contra este. Lo recorrió desde la base hasta la punta, la cual apretó levemente. Haciendo lo mismo que él hacia en su pecho, presionó el centro de su punta con su pulgar, queriendo escucharlo gemir a él también... o en su defecto, escucharlo gruñir.

Sollozó tanto de placer como de dolor al sentir el tirón de su pezón. Fulminó al otro con la mirada, hasta que le sintió ocultarse en su pecho y gruñir de esa manera. Rió un poco, totalmente complacida, para luego acariciar su cabeza con su mano libre.

- ¿T-tramposa? - enarcó una ceja, divertida -, m-mira quien habla, liebe - entrecerró los ojos -, no eres el u-unico que puede jugar a esto - y dicho eso, volvió a hacer presión en el centro de su punta, queriendo volver a escucharlo gemir.

Y mientras que hacía eso, sus otros dedos se encargaban de acariciar el resto de su miembro, sintiendo como se ponía más y más duro. Rió nuevamente, mezclando su risa con los jadeos que le seguían provocando las caricias de él. No iba a permitir que fuera la única que se retorciera de placer allí.

Lo fulminó con la mirada cuando se encontró aprisionada bajo su cuerpo, a pesar de que el suyo temblaba por culpa de la caricia que el otro le había dado en su entrepierna.

- ¡E-esto no es justo! - se quejó, inflando los cachetes y sonrojándose a más no poder. La verdad es que esto podía clasificarse como sadomasoquismo... y aquello le parecía realmente tentador, si no fuera porque afectaba su orgullo -. E-eres tú el tramposo - gruñó, apartando la mirada.

Cerró las piernas, no sólo para decirle que no estaba de acuerdo con eso, sino también para fastidiarlo un poco. Si ella no podía divertirse, no dejaría que el otro lo hiciera, aún si se moría de ganas por dejar que el otro le hiciera lo que quisiera. En ocasiones como esas, odiaba tener un orgullo tan grande.

- N-no hago.. a-ahh.... t-trampa - gimió, tratando de mantener su puchero, aunque falló totalmente al sentir las nuevas caricias.

Se retorció de placer, apretando con más fuerza sus piernas y arqueando la espalda, sin dejar de gritar de placer.

- ¡A-ah...! ¡C-Cállate y-y hazme el amor d-de una vez! - pidió, abriendo sus piernas, las cuales temblaban, para luego mirarle de manera suplicante.

Comenzó a mover su cadera contra su mano, queriendo sentir más de aquella placentera fricción que le producía. Cerró los ojos y gritó con más fuerza, volviendo a arquear la espalda y tratando de zafarse del agarre en sus muñecas. Quería volver a acariciar su piel y abrazarlo con fuerza.

Con sus manos libres, rápidamente le sujetó del cabello y lo atrajo más hacia ella, sin dejar de retorcerse y de sollozar de placer.

- ¡A-aaah~ e-eres malo! - se quejó como pudo, sin dejar de gemir - V-voy a v-vengarme, t-te lo juro - cerró los ojos, sin dejar de fruncir el ceño. Arqueó nuevamente su espalda y comenzó a moverse algo desesperada contra su mano, como si eso fuera a hacer que sus dedos la penetraran de una vez.

Una de sus manos terminó arañando la alfombra, tratando de desquitarse con algo. Tironeó de esta y volvió a retorcerse, mientras que temblaba y seguía sollozando.

- ¡Iiik~! - chilló, arqueando más la espalda.

Se incorporó como pudo, para luego buscar sus labios con desespero. Volvió a besarle con deseo, casi como si no hubiera un mañana. Lo abrazó con fuerza y mordió uno de sus labios, tirando de este hasta hacerlo sangrar. Con una sonrisa maliciosa, lamió su sangre de la manera más sensual que pudo, para luego hacerlos girar y quedar ahora encima de él.

- ¿Decías, mein liebe? - preguntó divertida, y de manera lenta y algo seductora, bajó hasta llegar a su entrepierna y quitarle el pantalón y el bóxer sin nada de cuidado.

Una vez que su miembro quedó al descubierto, lo agarró con cuidado y comenzó a lamerlo, procurando no tocar la punta para hacerle sufrir un poco.

Se limitó a reír ante su comentario, para luego mirarle con inocencia mientras que atrapaba su miembro entre sus pechos. Se sonrojó intensamente, puesto que era la primera vez que hacía algo como "eso". Comenzó a masturbarle de manera lenta, tratando de acostumbrarse a la sensación.

Agachó su cabeza para poder lamerle la punta de su miembro, entreteniéndose sobre todo en el centro. Lamió y chupó un poco, gimiendo quedamente en el proceso. Aquello se sentía bien, debía de admitirlo, sólo esperaba que al danés también le gustara. De manera tímida, volteó a verle, preguntándole con la mirada si lo estaba haciendo bien.

Bien, tomó aquellas acciones como un "sí" de su parte.

Sintió como su rostro completo enrojecía, y de una manera algo torpe y tímida continuó con lo que había estado haciendo antes, sólo que ahora lo hacía de una manera más rápida, tratando de satisfacer a su prometido. Chupó y succionó la punta de su miembro, para luego pasar a lamer el líquido pre-seminal que salía de la punta. Generalmente no hacia cosas como... esas, puesto que el otro no le dejaba y terminaba dejándola sumisa e indefensa. Así que esa podía ser su pequeña venganza... o algo así.

Apretó sus pechos alrededor de su miembro, sin dejar de moverlos de arriba hacia abajo, queriendo volver a escuchar otro gemido-gruñido de su parte.