Limpiando la casa [Privado]

Bajo y subió las escaleras de aquella casa,procuraba no haber ruido para no despertar a cierta persona,pero obviamente eso era imposible.Limpio,barrio el piso lo mejor que pudo,lo trapeo hasta dejarlo reluciente.Cosa que no iba a durar mucho dependiendo del humor de cierto ruso.

El lituano,por su parte,se encontraba en la cocina desde hace rato,preparando el desayuno.Se acerco a la puerta,el olor delicioso penetro por sus fosas nasales,haciendo que se quedara ahí,parado como idiota, relamiéndose los labios.Dudaba mucho de que fuera a probar aunque fuese un trozito de aquella comida,pero bueno...Se vale soñar,¿no?

Escucho como alguien bajaba por las escaleras.Era obvio de quien se trataba.Se echo a temblar.

Se había levantado temprano solo para poder preparar un desayuno que fuera digno del señor. Se recogio un poco el pelo, se puso el delantar y se puso a cocinar. Un café bien caliente para despejarle por las mañanas, unos bollitos típicos rusos de los que la señorita Laika le habia dado la receta. Esperaba cocinarlos bien, ya que segun tenía entendido eran uno de los platos preferidos del señor Rusia. Una vez que coloco todo en una bandeja se dedico a prepara un pequeño desayuno para el y para Raivis. Algo de sumo de naranja y unos pocas tostadas. Habia aprendido que no debian tomar un desyuno muy copioso, ya que si el señor se enteraba podia tomarla con ellos.

Al oir los pasos por las escaleras se asomo un poco por la puerta. Se puso algo nervioso al verle bajar por las escaleras y rápidamente fue a por la bandeja del desayuno.-Buenos días, señor Rusia, ¿Que tal ha dormido? Ya le he preparado el desayuno-se puso al lado del letón, delante de las escaleras, mientras que esperaba que estuviera de buen humor para poder sobrellevar aquel largo día que se les presentaba.

La noche anterior no había sido para nada agradable a vista del ruso. Tuvo qué aguantar al gordo capitalista, que no paraba de molestarlo y tratar de hacer que se rindiera ante él -cosa que lograría primero muerto-, además de la visita molesta de su hermana menor, que no paró de perseguirlo por todos lados, forzándolo a esconderse en un lugar muy incómodo. Aunado a todo el papeleo de la burocracia soviet, era lógico que despertase de muy mal humor.

Sus pasos, sordos e imponentes, se desplazaban escaleras abajo, con la típica sonrisa inocente, pero su mirada delataba la furia homicida que le aquejaba.

Miró al pequeño letón en primer lugar, dirigiéndole una sonrisa gélida, sin importarle que eso podría darle un infarto.

- доброе утро, Латвия-кун -dijo apenas, dirigiéndose hacia el amplio y elegante comedor, a degustar su desayuno.

Sus ojos se posaron en los del lituano, al parecer era quien mejor sabía sobrellevar la situación.

- доброе утро, Литва-кун -dijo, sentándose y suspirando largamente- No quiero hablar sobre nada el día de hoy, да... -se cubrió un poco el rostro con su amplia mano, podía sentir sus ojos algo calientes, denotando lo tarde que había ido a la cama- Sólo trae el desayuno, y márchense, да... -ordenó, apenas tomando un poco de jugo y bebiendo hasta la mitad de un golpe.

Miró de reojo unos pirozhki, hacía mucho que no los probaba. Al menos le traían gratos recuerdos. Por lo que tomó uno, y lo llevó hacia su boca, dando la primera mordida.

Pero pasaron apenas fracciones de segundo, cuando lo escupió en un obvio gesto de rechazo.

- ¿Quién trató de copiar la receta de Laika, да? -preguntó con enfado- A Rusia no le gusta que traten de falsificar el sabor de los demás, да... -exclamó, levantándose de su asiento, tirando el pan al suelo y pisándolo.

Era algo que no le gustaba en absoluto, pero sabía que internamente quería descargar la ira que lo acechaba.

Spoiler:

Bajando el ruso,notó enseguida que se encontraba de un humor bastante inconveniente,por no decir peligroso -Para él y para Lituania,por supuesto.-
Quiso evitar el echarse a temblar,pero no pudo lograrlo.En fin,seguro el mayor ya estaba acostumbrado a esos ataques de miedo por parte del mas pequeño.

- S-S-Sveiki...D-Digo...B-Bu-Buenos días,señor Ru-Rusia...-quiso modular un poco el tono de su voz para escucharse mas seguro,menos...aterrorizado,pero no pudo.

Observo como entraba al comedor y exhalo un cansado suspiro.Ese día pintaba para ser largo,muy largo...Tan solo esperaba que el desayuno que había preparado el lituano hiciera que el señor se sintiese de mejor humor.Entro al lugar,atrás del lituano.Observo como el ruso se llevaba un panecillo a la boca y lo probaba.Si,seguro el sabor tan familiar le cambiaba el genio...Sus esperanzas se vieron echas trizas al ver su gesto.De nuevo,tembló, escondiéndose atrás de Toris.

Mantuvo su sonrisa mientras se agachaba a recoger el panecillo. No queria preguntar que es lo que le pasaba, pero iba a ser un día demasaido largo-L-Le preparare o-otra c-cosa, s-señor R-Rusia-Cogio la bandeja y se coloco delante de la puerta.-Raivis, ¿por qué no me ayudas?-Era muy mala idea dejar al leton solo con el señor Rusia de ese humor.

Hizo una leve inclinacion de cabeza y salio del salón algo molesto. ¿Pero que había que hacer para mantener a ese hombre contento? Su hermana le mantenian contento casi todos los días. No podia pedirle ahora ayuda ya que la había dejado con Vilna, para que ella la cuidase y se relajara un poco.

Entro en la cocina y dejo enfadado la bandeja encima de la encimera. Habia sobrado algo de cafe asi que se sirvio una taza. Podia servirle huevos pasados para que estuviera enfermo, aunque eso era mala idea, ya que le tendrian que servir más que nunca

Odiaba, detestaba, le repugnaba que no le hubiesen contestado lo que había preguntando, huyendo como ratas cobardes. Simple y sencillamente se dirigió hacia ellos, siguiéndolos hasta la cocina con mucho sigilo. Aunque ciertamente su aura oscura sería suficiente para alertar hasta al más despistado.

Tomó con fuerza la muñeca del lituano, y lo giró para que lo mirase a la cara.

- Creo haber hecho una pregunta, да... -la sonrisa que le acompañaba era demasiado gélida- Si Thoris-kun no lo hizo, ¿entonces fue...? -dirigió su vista hacia el más pequeño, dedicándole una mirada mucho muy filosa, como si quisiera rebanarlo en dos.

Pese a que prácticamente estaba muerto de miedo,asintió enseguida con la cabeza al escuchar lo que el lituano proponía.Si, debía ir con él o quien sabe que le haría el ruso...Mejor no se daba ideas.
En silencio, siguió a Thoris, prácticamente corrió atrás de él,no quería pensar que el mayor le jalase para retenerlo o algo así.En la cocina,dio rienda suelta a sus temblores,sin afán alguno de controlarse.Pese a todo,imitó al lituano y se sirvió una taza de café,pese a que sabía que eso,quizás,hiciera que su situación empeorara.Le daba lo mismo,nada podía ser peor a tener que soportar a aquel hombre,día tras día...

Hasta que le vio entrar por la puerta.Estuvo a punto de dejar caer la taza al suelo,pero milagrosamente no lo hizo.
Retrocedió un tanto al ver lo que le hacía a Lituania,tragando saliva.Quería decir algo para defenderle, mínimo,pero el miedo que le tenia frenaba su; de por si,poca voluntad.

Cuando escucho como le hablaba y mas aun,la forma en que le miraba,no pudo menos que desviar su vista a cualquier otro sitio menos al rostro del mayor.

-N-N-No fue...No fue culpa de nadie,s-señor Ru-Rusia...-comento,inseguro.

Al contrario que el leton, él si tiro la taza al suelo y parte del cafe caliente le cayó en la ropa. Intento ahorcar un gesto de dolor ya que parte le habia caido en la mano y los brazos, ya que se habia arremangado las mangas. Intento sostenerle la mirada, intentando no temblar demasiado, pero le era algun imposible. Su mirada daba demasiado miedo.

Oyo al letón intentar encubrirle, pero no le podia permitir que lo hiciera. Seguramente el señor Rusia la tomaria con el-F-Fue c-culpa mia, s-señor-trago como pudo saliva para poder explicar el motivo-I-Imagine q-que l-le p-podria g-gustar-cerró los ojos, esperando un golpe, un bofeton, que le rompiera la muñeca. Solo esperaba que lo hiciera rápido.

Miró con cierto deleite el temor del pequeño letón, por lo menos seguían respetándole "como se debía". Soltó poco a poco la muñeca del lituano, cuando escuchó el estruendo de una taza caerse. Un poco del líquido le quemó ligeramente la mano, pero vio al suelo, y una mueca aún más pesada de desagrado se formó en él. Se trataba de una taza, perteneciente a un juego veneciano de porcelana, muy raro de conseguir y que le había regalado Feliciano en su cumpleaños. Negó varias veces con la cabeza, chasqueando la lengua.

- Thoris-kun sabe que ésto no quedará sin castigo, ¿да? -musitó con tono grave y lúgubre- Márchate, Raivis-kun... -ordenó al momento, sin duda la reprimenda que le daría al castaño sería dura; pero, ¿para qué la prisa? Simple y sencillamente disfrutaría el tormento.

Soltó un respingo de sorpresa y ante todo,de miedo,al escuchar como la taza azotaba contra el piso y se rompía en mil y un pedazos.Al principio pensó que el ruso había golpeado,por fin,al lituano; pero por fortuna no había sido así...Había sido algo peor, muchísimo peor.

Regresaron los temblores.Sabía perfectamente que al ruso le encantaba,no,fascinaba verle así,casi muerto del horror al estar cerca suyo.Lo peor,que no podía ser valiente,ni mucho menos podía defender al lituano,a quien consideraba su amigo,casi su hermano...

Se quedo de pie ahí,sabía que su presencia molestaría al otro,pero tampoco quería dejar solo a Thoris,con aquel hombre.

Bajo la cabeza, esperando. Sabia que se hacia esperar para aunmentar la agonia de sus presas, pero eso le estaba matando. Delante de sus ojos empezaron a pasar imagenes de toda su vida. La tranquilidad de cuando vivia con su abuelo, las peleas con el prusiano, su boda con Feliks, ganar en una apuesta a su hermana Tresa, el huir de ella porque le queria matar, el amor que le profesaba a Bela-chan aunque esta le ignorase, la invasion sueca, despedirse de Raivis y Eduard, la invasion rusa, el calvario que vivio alli, el volver a ver a Feliks, el conocer al señor Alfred y a Tonny y trabajar para ellos, el volver a casa del señor Ivan despues de haber sido vendido por los alemanes y luego su ansiada libertad.

Aunque habia unos recuerdos que odiaba profundamente. Todos los que tenian que ver con un niño controlado por los tartaros. Se habia preocupado mucho por él y habia noches en las que no podia dormir. Su abuelo le decia que no se preocupara por él, pero no podia dejar de rezar por él. Una nueva fuerza empezo a surgir en su interior alimentada por la rabia que le daban aquellos recuerdos.

Miro de reojo a Raivis, deberia haberse ido de alli, el señor Ivan se iba enfadar con él tambien. Le sonrio un poco con la intencion de que no se preocupase. Estando el alli, el señor Ivan no iba a tocarle ni un pelo. Tal vez si sobrevivia debia aceptar su peticion de ser hermanos. Levanto la vista para mirar al ruso fijamente a los ojos. El pelo se le tapaba parcialmente la vision, pero no le importaba.-¿Señor Ivan, es mi impresion o es que el abrigo le hace gordo?-Sonrio ampliamente, si tenia que enfadarse, que sea por un buen motivo.

Oh, bien. Si el menor quería compartir el castigo, ¿quién era él para negarle el capricho? Lo miró con cierta furia, aumentada por el comentario del lituano. ¿Gordo? Era sólo el abrigo, pero no iba a medio desnudarse para que lo comprobara[?]. No, era mejor dejar las cosas como estaban, sólo gente "digna" podía verlo desnudo, o cuando realmente sus ansias de calmar la lujuria fueran demasiadas y no tuviese a alguien mejor cerca.

Tomó a Raivis por la muñeca, y lo tiró al piso violentamente -si se rompía un par de dientes o por lo menos los labios, mejor-, rasgando sus vestiduras. Continuó con el lituano, postrando a ambos en el suelo de rodillas, viendo sus espaldas. La del letón estaba mucho mejor cuidada y limpia que la del lituano, sería placentero hacerle sentir un poco del dolor del castaño.

- Toris-kun tiene huevos para decirme eso, да~ -susurró con un tono aboslutamente frío e insensible, pero sonriente a fin de cuentas- Pero bueno, como ambos son personas "delgadas" me demostrarán lo que valen, да~...

Sin más dilataciones, dejó caer primero el látigo sobre el pequeño sujeto. Así, hasta que prácticamente podía ver la fina línea de las costillas del letón. Tomó al lituano de los cabellos, obligándolo a mirar.

- Lituania-kun debe ver las consecuencias de sus actos, да~ -exclamó, y arrojándolo de nueva cuenta al frío piso continuó con la azotaína para el rubio, manchándose un poco con la sangre su sádico rostro.

No alcanzo a cubrirse el rostro con las manos ni ninguna otra parte de su cuerpo ante la brusquedad del ruso.Cayo al suelo,pesadamente,apenas alcanzo a chillar por la sorpresa,como un animalito.Pero bueno,para el ruso,él era un animal,una mascota en el mejor-peor de los casos.Y ahora,sabía perfectamente que en la retorcida mente del ruso,solo aparecía una palabra: Disciplina.

Les iba a disciplinar a ambos,a demostrar que si osaban comportarse impertinentes contra el señor,les iba a pesar.Y mucho.

Se incorporo un tanto del piso,mejor dicho,el mayor le hizo incorporarse.Temblaba,tal parecía que le daría un ataque o algo así.Para acabarla,el aire frío pego directo en su espalda,como si hasta el mismo ambiente se hubiera puesto de acuerdo con el ruso para lastimar mucho mas a él y a Thoris.

No le sorprendió sentir el cuero contra la piel.Arqueo la espalda,mordiendo su labio inferior,mientras hacia un esfuerzo por no llorar.No quería darle gusto al otro.Sintió de nuevo el latigazo,maldición,dolía,dolía demasiado.

Una nueva tanda de latigazos fueron prodigados,sin ningún tipo de espera o atisbo de piedad.Atinaba tan solo a dar chillidos de dolor,dejando por fin caer libremente sus lágrimas.No miraba a Lituania -En parte porque no soportaba la idea de que este se culpase por aquel castigo.- ni a nadie,apretaba los parpados con fuerza en un inútil esfuerzo por soportar el dolor.Estaba acostumbrado, después de todo.

Se sentia demasiado culpable. Lo peor es que era verdad. Habia sido su atrevimiento, el debia ser el castigado, no Raivis, cuyo unico error habia sido el quedarse alli. Cuando le vio llorar no pudo más, como pudo e intentando no hacerle más daño de lo que le hacia el señor Ivan le empujo lejos de él y del látigo, reciviendo el el golpe.

Notaba como las antiguas heridas se abrian y surgian otras nuevas, pero debia aguantar. Con los ojos algo humedos consiguio girarse hasta donde estaba Raivis y consiguio susurrar un Lo siento antes de que quedara ahogado por un grito de dolor.

Aunque sentia la humillacion a la que estaba siendo sometido, consiguio levantar un poco la mirada y mirar a su agresor, antes de que las rodillas le fallaran y callera al suelo de bruces. Se intento levantar, pero las piernas ya no se lo permitian. Solo pudo sentir unos segundos más de dolor, ya que todo se volvio negro y perdio el conocimiento

Disfrutó sobremanera el sufrimiento de ambos, por lo cual en cada latigazo que daba sentía una felicidad malsana. Sólo eran azotes, nada que no pudiesen soportar. No podían morir de todos modos, ¿para qué preocuparse por su bienestar físico?

Observó el sacrificio del lituano, ahora podía ir borrar la poca lástima que pudiera sentir por alguno de ellos. Lo fustigó hasta que el castaño hubiese caído inconsciente; pero claro, no era suficiente.

Tomó una jarra de agua fría, derramándola en el rostro de Toris, para hacerle despertar.

- Despierta, aún no es hora de que Toris-kun duerma, да -su voz infantil denotaba el poder terrorífico que imponía- Por lo visto, Lituania-kun no ha aprendido a obedecer las órdenes, да -exclamó, y sin importarle nada abrió la puerta de la cocina.

Salieron ambos, pudo notar que comenzaba a nevar. ¿A cuánto estarían? ¿-5, -10°c? No importaba mucho; vació lo que quedaba en el recipiente sobre el cuerpo del báltico.

- Ahora Toris-kun podrá disfrutar del frío, mientras mira cómo Raivis-kun sigue recibiendo su castigo, да~ -dijo, y entrando de nuevo hacia la casa tomó del cuello al letón, poniéndolo de espaldas al suelo- Si Lituania-kun se atreve a entrar o dejar de mirar, Letonia-kun sufrirá peores consecuencias, да~ -amenazó con su sonrisa más cínica, comenzando a dejar caer el látigo sobre el ya lastimado cuerpo del joven, partiéndole la carne casi hasta el hueso en cada uno.

Sintió como el lituano le empujaba para ser él quien recibiera los azotes y le miro,anonadado.No,él no tenía porque hacer eso,no era nada que el leton no soportara,ya estaba acostumbrado a los golpes,Thoris no tenía porque...Y fue ahi cuando le vio quedar inconsciente. Pensó lo peor.

- N-N-No...-dijo de forma entrecortada,quiso impedir mas golpes,pero no lo logro.Mentalmente,maldijo ser tan débil y necesitar siempre de la protección de alguien mas...En este caso,nadie podía protegerlo y no podía proteger al lituano.

-S-Señor Rusia...-le miro desde abajo,de forma lastimera.- p-pare,por fav...-no pudo terminar,no al ver como el mayor desquitaba su ira en el castaño,como le maltrataba y humillaba de peor forma.Sintió el aire frío cuando el otro abrió la puerta,nevaba,por Dios,NEVABA...¿Que ni así les dejaría de atormentar?...No,era mas que obvio que no.

Los golpes continuaron,y los aguanto o trato de soportar,colocando las palmas firmemente sobre el suelo.Uno tras otro,llevaba la cuenta mental de estos.Cuando llego al diez,dio un grito lastimero,era demasiado doloroso.De verdad,le odiaba.Odiaba al ruso,con todas las fuerzas de su corazón.

El jarro de agua no le despertó, pero le dejo algo aturdido, lo bastante como para notar que era arrastrado a la fria nieve y como le ordenaban el mirar como golpeaban a Raivis pese a todo lo que habia intentado para que le dejara en paz. Estaba paralizado por el frio, y aunque le relajaba un poco el dolor de las heridas todavia podia sentir el dolor como si le estuvieran azotando en ese mismo momento. No sabia porque pero veia la sangre pasar por al lado de su cabeza.

Intento mover alguna parte de su cuerpo, pero le resultaba imposible por más que lo intentara. Además un sopor le estaba invadiendo y le costaba mantener los ojos abiertos. Habia oido hablar de esa sensacion y sabia lo que tocaba a continuacion. Si se dormia moriria congelado, pero no podia evitarlo. Cada vez le costaba mas mantener los ojos abiertos, además, muerto estaria mucho mejor, aunque le dolia dejar a Raivis solo con aquel loco. Su ritmo cardiaco se iba ralentizando y cada vez que respiraba le dolia el pecho. Tras lanzar una última mirada a la cocina y cerro los ojos y se abandono a la muerte. Por lo menos moriria sin demasiado sufrimiento.

Spoiler:

Spoiler:

Sus manos enguantadas no podían sostener con firmeza el mango del látigo, ya que la sangre provocaba que se resbalase. Decidió terminar el castigo por ése día, por lo cual enrolló la fusta en su mano, limpiando con la otra un poco de la sangre que había caído en su rostro.

- Raivis-kun irá a meter el cuerpo de Toris-kun cuando pueda, да -le ordenó con su simple sonrisa cínica, dejándolos a solas.

Fue directo hacia el comedor, y miró la comida, aún intacta. Se sentó en su silla correspondiente, y comenzó a comer sin pizca de culpa. La comida le sabía mucho mejor ahora.

En cuanto sintió que los golpes pararon,sus rodillas y palmas dejaron de soportar su peso y se doblaron,cayendo al suelo como si estuviera echo de papel.Temblaba por inercia,quizás por frío,por miedo...No se movía,o por lo menos eso procuraba,ya que ante el simple echo de inhalar aire,incluso,dolían las heridas de las cuales unas todavía manaban sangre y otras ya había coagulado.Y,sobre todo,Thoris...

Le recordó,alzando la vista con pesadez a la puerta.Debía entrar,hacía tanto frío afuera...Debía salvarle,así como él lo había intentado.
Arrastrándose,dando chillidos de dolor como animal herido,se dirigió a la puerta.Apoyado en sus lastimadas rodillas, abrió.La brisa fría le golpeo el rostro como hacia minutos había echo el ruso.

Y el castaño por su parte,tirado en aquel frío suelo...
Se levanto,como pudo.Le intento levantar,esfuerzo inútil.Ni modo,dolería,si,pero no había otra opción.
Le tomo de la pierna y le arrastro rumbo a la cocina,a su salvación.Dejando la huella del cuerpo en la nieve,como un infame recordatorio a que nunca había que faltarle al respeto a Rusia.

La cabeza le dolia como si hubiera despertado de una resaca. ¿Por que el estupido le convencia para hacer esto? La proxima vez que la palmara que lo hiciera de verdad y no utilizase a su persona para recuperarse. Vale que era un país y en teoria no podia morir, ¿pero dejarle en ese estado? Se intento incorporar un poco, pero todavia estaba entumecido por el frio-Maldicion....-estaba enojado con Thor, el solo era parte de un hechizo fallido, no podian utilizarle para que sintiera ese dolor.

Se llevo una mano a la cabeza, notaba que su cabello empezaba a clarear hasta adquirir un todo grisaceo hasta llegar al blanco y sus ojos se tornaban violetas. No soportaria estar...¿Cuanto tiempo le habia pedido? Unas horas si sobrevivia. Le daba una y que no pidiera más. Solo queria una cosa, ssaber donde estaba ya que no reconocia la cocina.-Estupido...Esta te la cargas, maldicion.

Poco le importó el malestar de aquél par que dejó atras, debían entender que con él no se jugaba, y mucho menos burlaba. No era tan cruel como aparentaba, pero si se hacían los méritos suficientes, su lado sádico no haría más que responder.

Disfrutó su desayuno, sin decir nada a nadie. Finalmente se levantó, y fue hacia su despacho a terminar su trabajo. Tenía la intención de acabarlo pronto, y dormir lo más posible, aún resentía la desvelada anterior, y el esfuerzo de hace poco se acumuló a "la cuenta".

Había colocado al lituano al lado de la estufa,la cual se encontraba,por fortuna,encendida.Esperaba que el calor le hiciese recuperar el sentido. Él,por su parte,no se atrevía a poner pie afuera de la habitación,temiendo que el ruso se encontrase todavía 'rondando' por ahí. Esperaba que se encontrase en el estudio,donde fuera,siempre y cuando no se lo encontrara en su camino.

Dio un respingo al escuchar una voz extraña. ¿Sería que el mayor había regresado?
No,ese no era el acento del ruso. ¿Entonces,quién? ¿Fantasmas? Solo eso le faltaba...

¿O Thoris,acaso?...
Volteo a donde él se encontraba.Alto ahí. Ese no podía ser el lituano.
Olvidandose momentaneamente de lo mucho que dolían aun los latigazos,se echo a temblar.

-¿T-T-Thoris?...-balbuceo,aterrado.

Aquella pregunta, apocomñado de aquel temblor le hizo olvidar durante unos segundos cuanto odiaba al estupido-¿Eh?...Soy Tayrus. Pero es una historia muy larga que no me apetece contar, maldición-Tambaleandose y apoyandose en la pared consiguio ponerse en pie. Como no habia sido su cuerpo quien habia recivido los golpes, las heridas sanaban muy rápido.

-Oye criajo, necesito dos cosas. Primera, una ducha para quitarme el olor a estupido muerto de encima. Segundo, algo de vino, ron, whisky o cualquier mierda que tengais por aqui, maldicion-Tambaleandose consiguio llegar hasta la puerta y se quedo alli quieto, esperando a que el otro le guiara.

Ahora si, estaba mas que asustado. El tono de voz de su amigo había cambiado,le había escuchado maldecir -Cosa que él otro no acostumbraba hacer,no al menos en su presencia.- y ahora aquella extrañas ordenes...Sentía que,lo mas conveniente, era ir corriendo a avisarle al ruso de lo que estaba pasando...Aunque al pensar en que una nueva tanda de azotes le recibiría, decidió dejar la idea en paz.

Siguió al lituano,a prudente distancia eso si. Tenía ganas de preguntarle que estaba pasando,pero se abstenía.

-T-T-Thoris...-le llamo en un susurro inseguro.-N-No deberías beber...-aconsejo.