¡Feliz cumpleaños!... ¿pero de quién? (One-shot/DusxCeci)

Bueno, este fic lo escribí por el cumpleaños de e'posa, admito que no he tenido mucho tiempo para retocarlo por los trabajos, pero bueno, espero que lo disfruten.

Y e'posa, ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! :D

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Suspiró frustrada al ver la masa negra y chamuscada derretida tras sacarla del horno.

Sabía cocinar pizza, pasta y demás platillos italianos… ¡¿Por qué entonces no le salía un mísero postre decente?!

Volvió mirar el libro de repostería y a pasar de páginas hasta encontrar la foto de algo que se viera fácil. ¿Qué tan difícil podía ser preparar un maldito pastel de cumpleaños?

Se detuvo al ver la imagen de uno que parecía sencillo. Bizcochuelo de vainilla, mezclado con nueces, a la mitad dulce de leche y cubierta de crema pastelera. Incluso podría decorarle la cubierta y escribirle algo con chocolate, se vería bien.


Nunca creyó que hacer un pastel que se veía tan sencillo resultara tan complicado. Luchó –literalmente- con la masa salvaje que no quería quedar bien. Puso más dulce de leche del que decía en la receta porque le estalló el envase cuando hizo presión para ponerlo, y la crema le había quedado… extrañamente dura… quizá era la crema equivocada… quizá ni siquiera era crema.

Le hubiera gustado probar un pedazo antes de ponerle la decoración final para ver si era comible por lo menos, pero eso arruinaría –más- la fachada. Por lo menos su mano de artista pudo hacer un marco de chocolate que bordeaba de forma elegante el pastel, escribiendo en el centro un gran “Feliz cumpleaños”.

Ella no era de demostrar mucho los sentimientos, y de hecho, el tomarse el trabajo de preparar ese pastel ya la había hecho avergonzarse demasiado… pero era una ocasión especial, tenía que demostrar su cariño por lo menos una vez al año.

—¿Ceci?

Decir que se sobresaltó al escuchar su voz fue poco. Lo miró alarmada y sudando frío, atrapada con las manos en la masa… de forma literal.

—¿Qué haces?— Insistió el germano, sonriente y distraído como siempre, sin notar nada.

—¡N-nada, bastardo!— Cubrió el pastel a tiempo, colocándose delante de él, por más sospechoso que resultara ello. —¿Qué haces aquí? ¡Te dije que cuidaras a Dominique!

—Pero se acaba de quedar dormido, ¿Qué más querías que hiciera?— Se lamentó ingenuo todavía, sin dejar de acercarse a ella.

Por su estatura, pudo ver lo que la otra trataba de ocultar detrás. Enarcó una ceja al leer lo que había escrito en la cubierta.

—¿Y ese pastel?— Inquirió con una ligera sonrisa.

—… ¿Ah?— Inquirió ahora incrédula. No tenía sentido seguir fingiendo si ya lo había descubierto… y él no podía ser tan idiota como para olvidar su propio cumpleaños… ¿Verdad? —M-mañana cumples años— Le recordó, con cierta cautela. Quizá sí se le había olvidado.

—¿Ah?— La miró confundido— ¿Mañana? ¿De qué hablas?

Bien… aquello comenzaba a molestarla.

—¡Mañana! Emma me había dicho que mañana cumplías…— Se cortó cuando detectó a la pelirroja observando la escena tras la puerta, completamente divertida ante la situación, y con ello entendió todo.

En lo que ella enfurecía en silencio, Dustin procesaba lo dicho por ella y la situación. Tardó, pero luego captó de una vez por todas de qué se trataba.

—¡Oh!~ ¡Ya sé!— La abrazó como siempre, feliz de la vida. —¡Pensaste que cumplía años! ¡Qué linda!~

Su aura cursimente rosada ya estaba a punto de inundar el cuarto, hasta que la oscura y fúrica de la italiana la cortó tras meterle el pastelazo en la cara. Se lo lanzó con tanta fuerza que hasta lo hizo caer de sentón al piso… tal vez incluso lo noqueó, no supo bien en qué estado lo dejó cuando se dio media vuelta para irse, maldiciendo todo y protestando por lo bajo mientras la sombra macabra le cubría los ojos y las venitas de su frente palpitaban por el enojo.

¡Vaya vergüenza! No volvía a hacerle caso a Emma, y tampoco pretendía volver a prepararle pastel al otro el próximo cumpleaños.

El pequeño Dominique había bajado las escaleras con su pijama y las pantuflas mal puestas. Se restregaba torpemente un ojo con una de sus manitas y la otra sujetaba la pequeña almohada. Llegó justo para ver a su madre pasar, colérica por la sala tras huir italianamente de la cocina.

—¿Qué sucede, mami?— Preguntó medio dormido, con su voz chillona y arrastrando las palabras.

—Nada, amore— Contestó con suavidad para él. Lo tomó de la mano y salió con su pequeño de la casa. —Vamos al parque a jugar.

De momento, intentaría bajar su vergüenza con un buen rato fuera de la casa. Con suerte, Dustin habría quedado noqueado en el suelo y no recordaría nada cuando despertara… o eso esperaba.


Emma rió a carcajadas detrás de la pared donde se ocultaba, para luego asomarse y caminar hacia donde su perplejo y confundido hermano se encontraba, quitándose el pastel de la cara.

El pelirrojo la miró entre confundido y molesto, presintiendo que la reacción de su esposa se debía a ella.

—El mejor cumpleaños de mi vida~— Canturreó divertida. —Valió la pena darme ese auto-regalo con la escenita que montaron para mí— Le guiñó un ojo antes de darse media vuelta e irse.

Normalmente se habría conformado con abrazar a Kellen y dispararle todo tipo de armas a Dustin para probarlas y reírse un poco... pero sin duda, esta fue la mejor idea que pudo habérsele ocurrido, no recordaba la última vez que se había carcajeado tanto.

¡LO AMÉ! x'DD Oh, Dios, Emma es muy malvada(?) -dice como si no fuera su pj- Muchas gracias, e'posa ;7; -huggea y apretuja-

Qué bueno que te gustó ;w; le cambié el final mil veces, no se me ocurría nada bueno e.eUu