Castillo de Laeken - Palacio Real de Bruselas [Libre]

Emma había salido a pasear, ese día decidió ir a hacerle una visita a su rey, que estaba mas extresado que ella con todos los problemas del país; después de una reunión muy tranquila y espontánea, ella lo conocía desde que estaba en el vientre de su madre, decidió caminar por los jardines del lugar que eran enormes y muy bien cuidados. Entró en los invernaderos, hechos de cristal y simulando pequeños castillos; allí se podían hallar las plantas mas exóticas y también las mas comunes. Se sentó en uno de los tantos bancos dispuestos por el lugar y sacó un pequeño cuaderno, su diario; ella como tantos otros países , también escribía un diario desde que tenía memoria y aquellos libros ocupaban una habitación entera. Aquel día no había turistas, por lo que todo estaba muy silencioso, lo agradeció, así podría centrarse en escribir sin que la molesten.

Si tenía que trabajar, trabajaba. Si tenía que viajar, viajaba. Pero algo que le molesta es que le quiten un esperado día libre para tener que trabajar fuera de los Países Bajos. No le dijeron dónde iba a ir, sólo lo llamaron, lo subieron a un avión y escuchó atento lo que debía tratar.

Bajó del avión y se encontró en Bruselas. 'No es tan malo después de todo' pensó. Hace tiempo que no veía a su hermanita Bell-bell y este era una buena oportunidad.

Se dirigió al palacio, trató lo que tenía que tratar y luego salió a dar una vuelta por los jardines del lugar. Fumó un cigarro tranquilamente, paseándose sin un rumbo predeterminado. Cuando vio el invernadero, apagó el cigarro y entró.

- Halo ~ Lars - le saludo feliz de verle

Paseó por aquel invernadero, mirando con detalle cada planta que ahí estaba, bastante interesado. Estuvo así un buen rato hasta que sintió la voz de su hermanita Emma. Giró un cuarto y la vió.

-Hallo, Bell-Bell - Dijo, sonriendo tenuemente y dando vuelta completamente. - Cómo has estado? - Le preguntó, mirando unos tulipanes que ahí habían.

El abrazo lo tomó algo por sorpresa, pero lo correspondió de todas maneras. Hacia un buen tiempo ya de que no la abrazaba, le hacía falta, el cigarro no lo resuelve todo.

- Ya veo - Dijo al escuchar lo estresada que estaba. Cuando tocó el tema de la droga la leve sonrisa que tenía se disminuyó. - Son sólo los hongos alucinógenos, aunque sí perderé muchos turistas... De todas formas no puedo hacer mucho - Agregó volviendo a mirar los tulipanes. - Fuera de eso, he estado bastante ocupado... Necesito un descanso. Se suponía que hoy iba a descansar...

Sonríe al notar que le correspondía, quería mucho a su hermano y adoraba sus abrazos, se apoyo en su pecho y le acariciaba la espalda. Ese día ella también descansaba, pues con el tema del embarazo, las medidas de salud se habían intensificado. La familia real belga, habían mandado un médico y un ginecólogo al palacio, para que estuviera allí, ya que Emma pasaba más tiempo en Berlín, con Ludwig.

- Este es tu descanso bruder, hacerme una visita - le dio un besito en la mejilla - pero si quieres dormir un rato, puedo llevarte a una habitación, tu también necesitas descansar