Una compañia molesta [Privado, Jack]

Caminaba por las calles mientras seguía a un conejo cualquiera, para empezar ¿qué hacía un conejo en la calle? No tenia ni la más mínima idea pero de todas formas le seguía. Ademas de que los conejos siempre le guiaban hacía algún lugar, al más puro estilo Wonderland.

De pronto el conejo se detuvo frente a lo que parecía un... ¿café? sí, definitivamente. No le vendría mal ordenar uno, ademas de que comenzaba darle frío debido a la mañana algo nublada. Ese era otro detalle extraño, el hecho de que estaba levantada muy temprano, a las 09:40 con exactitud se encontraba frente a ese café.

Entro sin chistar y una cachetada de calor le rozo el rostro, cerro la puerta tras de sí y fue a una mesa vacía con vista hacía la ventana y algo apartada de la muchedumbre de personas que se encontraban ahí, agrupadas a lo lejos compartiendo calor.

Se quedó ahí durante un rato y se dedico a mirar por la ventana, veía pasar a las personas con frío y un montón de ropas encima, se veían bastante divertidos y sonrío levemente divertida. El mozo al llegar le pidió su orden y ella le miro simplemente se la dio, intentando no sonar maleducada. Cuando se retiró volvió a mirar por la ventana y a pasar sus mano por ella, los vidrios se estaban empañando.

Sin razón aparente, mientras limpiaba el cristal transparente. Sintió una presencia que infectaba el aire, más bien que lo intoxicaba. Aunque sea con palabras crueles era lo que la antigua mexicana ahora estadounidense, sentía. Prefirió ignorar esta aura y seguir en su tarea de volver a dejar el vidrio reluciente y poder ver hacia el otro lado nuevamente.

Mientras limpiaba podía ver su reflejo, luego de un rato de limpiar pudo distinguir otro reflejo, que se acercaba cada vez más hacia su dirección. Conocía esa silueta, ese cabello, quería matarse. ¿¡Cómo le encontraba siempre!?.

Al sentir la voz perforar sus oídos, giro la cabeza lentamente sin apartar las manos del cristal. Frunció completamente el ceño al no poder ni gruñirle que no podía. -Vete, yo no te autorice a sentarte en esta mesa y mucho menos frente a mi, go away, asshole.- Dijo seca y fría, aparte de tener frío, el la estaba obligando a que lo sintiera aún más. Era molesto.

De un momento a otro llego el mozo con el pedido y la cuenta, las dejo en la mesa y la de cabello largo le miro con una sonrisa amable. -Very thanks, Mr. waiter- Según le dijo el ''maldito cejudo'' ella debía ser una dama con la gente desconocida, o se vería de baja clase y maleducada, ella se lo tomaba como un fácil de engañar. Por lo tanto acogía ese consejo. Al tener su café en frente se dedicó a ignorar al rubio, era más fácil fingir estar sola.